CARACAS.- La escasez en Venezuela se ha convertido en una enfermedad crónica que parece agravarse con el paso de los días. En la actualidad, quien quiere comprar un producto de la cesta básica a precio regulado no solo debe pasar horas en cola, sino que muchas veces debe conformarse con comprar un único artículo: el que hay.
Los obstáculos que separan al ciudadano del producto que requiere son varios, el principal, la presentación del documento de identidad pues, según el último número de la cédula, la persona puede comprar un determinado día de la semana.
La mayoría de las redes de mercados públicos y privados han instaurado este sistema de ventas por cédula y no son pocos los que a este requisito han sumado un mecanismo biométrico o capta huella digital para verificar que, efectivamente, se trata de la persona.
Todas estas medidas, ha argumentado el Gobierno, se aplican para poner obstáculos a los revendedores o "bachaqueros" que, de igual forma, siguen ofreciendo de forma ilegal los productos a más de seis veces su precio oficial.
La escasez de productos básicos en Venezuela se empezó a ver de forma clara en 2013 cuando el papel higiénico desapareció de los góndolas. A este artículo, mes a mes, le siguieron otros hasta que hoy en día se pueden contar más de 20 incluyendo pañales, champú, jabón, leche, carne, café, azúcar, pasta y harinas de maíz y trigo.
Tanto en la parroquia popular de Catia, en el oeste de Caracas, como en el este de la capital venezolana donde habita la clase media, se observó grandes colas en los diferentes comercios.
La ama de casa Iraida Rosas, madre de una bebé de seis meses dijo desde la fila, que hacía desde más de cinco horas para comprar en un automercado de Catia, que necesita pañales y fórmula láctea pues ya cuenta con muy poco de ambos productos.
Comentó que para conseguir la fórmula es "un proceso" y que son los "bachaqueros" los que la venden aunque "muy cara" pues la ofrecen más de cinco veces más costosa.
En esa misma cola Rafael Ruiz, que se identificó como actor con poco trabajo, dijo estar seguro de que la situación de escasez está "peor cada día" desde que se inició "desde hace unos dos años para acá".
No cree que el cierre de la frontera con Colombia como medida contra el contrabando ayude a superar la escasez pues está convencido de que esta medida es "solamente un pote de humo" que ha lanzado el Gobierno "para desviar la atención" de la crisis económica del país.