SANTIAGO.- El escándalo de las emisiones de Volkswagen y ahora de BMW podría costar miles de millones y empañar toda la industria automovilística alemana.
"Si nadie más lo ha hecho, el daño sería limitado. Si aparecen más empresas, no sólo Volkswagen, sería un gran problema para la industria automovilística alemana, y la economía alemana en general", había dicho Theo Vermaelen, un profesor de Finanzas en INSEAD a CNN Money durante esta semana, luego que se desencadenara el escándalo.
Y las razones de este problema tiene sus sustentos. Primero, porque la industria del automóvil es el sector industrial más grande de Alemania, contribuyendo aproximadamente el 2,7% al Producto Interno Bruto. El 20% de las exportaciones del país germano se compone de vehículos y sus partes.
Las ventas de automóviles nacionales y exportaciones llegaron a los US$ 411 mil millones en 2014.
En el caso de Volkswagen, el 70% de sus vehículos se venden fuera de las fronteras alemanas y la compañía emplea a casi 600.000 personas en todo el mundo.
Incluso el ministro de Economía alemán había pedido el miércoles que no se culpara a toda la industria por culpa de lo que había hecho Volkswagen, afirman que "nuestra excelente industria automovilística tiene una importancia económica enorme".
"Es incuestionable que los productores automovilísticos alemanes y sus suministradores son líderes en innovación en muchas áreas y eso debe mantenerse en el futuro", concluyó.