SANTIAGO.- Con la expansión de las redes sociales, el comercio electrónico y el crecimiento del "social marketplace", muchos mercados tradicionales comenzaron a cambiar su forma de interactuar con las personas. O más bien, las personas comenzaron a cambiar sus hábitos de consumo.
Un ejemplo de ellos es la moda, en donde ya no sólo cuenta el vestir las últimas tendencias, sino también reciclar lo que ya no se usa y, de pasada, recuperar un poco la inversión inicial de cada prenda.
En este boom de la "economía colaborativa" -cuyos grandes referentes mundiales incluye a "unicornios" como Uber o Airbnb- nació Prilov.com, un sitio web creado por las ingenieras comerciales chilenas Andrea Tapia y Cony Sepúlveda, en donde cada usuaria puede vender ropa, zapatos y accesorios al precio que estime conveniente.
Hace un año que abrieron y ya tienen más de 15 mil perfiles activos de mujeres de entre 15 y 40 años, más de 2.000 visitas diarias, 250 nuevos productos publicados todos los días y 70 transacciones cada 24 horas, operación por la que cobran un 20% de comisión. Las ventas se duplican cada mes, aseguran las dueñas.
"Teniendo en cuenta la cantidad de ropa acumulada que las mujeres tienen en sus clósets y que gran parte de ella no se usa, creamos una solución basándonos en un modelo de economía colaborativa donde las usuarias pueden crear su perfil, publicar las prendas, asignar un precio, describir su producto y venderlos", explican las creadoras de la plataforma, en la que han invertido cerca de US$30.000 en marketing online y desarrollo web con capitales privados.
Este no es la primera idea de negocio que desarrollan las profesionales de la Universidad Adolfo Ibáñez con magíster en Innovación y Emprendimiento.
Siempre relacionadas con la moda y mientras cursaban el primer año de la carrera crearon "Take It", una plataforma web donde las mujeres podían arrendar vestidos de fiesta formales.
Luego, en 2012 ambas fueron invitadas a sumarse a otro marketplace, llamado "Tramanta", el que reunía diferentes tiendas de diseñadoras.
"El modelo de economía colaborativa bajo el cual funciona Prilov, es una tendencia mundial. Al implementarlo en nuestro país, hemos visto cómo ha implicado un cambio de mentalidad en las usuarias, llevándolas a depositar su confianza en extraños y hasta generando vínculos con ellos", afirman y describen que "estos servicios que se basan en evaluaciones recíprocas, permiten establecer redes que facilitan el negocio y en donde sus miembros se beneficien mutuamente, abriendo oportunidades antes desconocidas".