El presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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WASHINGTON.- El Senado de EE.UU. dio esta madrugada de viernes su visto bueno a los presupuestos federales para los dos próximos años, lo que, tras la aprobación de los mismos el miércoles en la Cámara de Representantes, pone fin a un lustro de constantes enfrentamientos entre los republicanos y la Casa Blanca.
En una votación a primera hora de la madrugada y por 63 votos a favor y 34 en contra, el Senado estadounidense rubricó las cuentas que ya habían acordado los líderes del Congreso con la Administración de Barack Obama, y que elevan el techo de la deuda hasta 2017.
El aumento del techo de la deuda, que ha encontrado la firme oposición de gran parte de la bancada republicana tanto en el Senado como en la Cámara, evitará que Estados Unidos entre en una posible suspensión de pagos la próxima semana, cuando venza el actual límite el 3 de noviembre.
El acuerdo contempla además un incremento del gasto doméstico y militar, a la vez que recortes a largo plazo en programas sociales como el sanitario Medicare para los ancianos, las prestaciones por discapacidad y la seguridad social.
Para evitar un caso de filibusterismo, en el que un senador puede mantener la palabra durante horas sin interrupción para retrasar indefinidamente una votación, el Senado aprobó a las 01:00 del viernes (tres más en Chile) en un voto de procedimiento una medida extraordinaria conocida como "cloture" que limita el tiempo de debate.
El "cloture", que salió adelante con el apoyo de 63 senadores (el mínimo para ser aprobado eran 60), impidió que, por ejemplo, el senador libertario por Kentucky y precandidato republicano a la Casa Blanca Rand Paul pudiese hacer uno de sus famosos filibusterismos, ya que limitó su intervención a un máximo de una hora.
Pasada la hora de discurso ininterrumpido de Paul, quien decidió seguir adelante con su discurso pese al "cloture", el pleno del Senado votó y aprobó las cuentas para los dos próximos ejercicios, que ahora deberán ser firmadas por el presidente, Barack Obama.