SANTIAGO.-En lo público, el 2014 para CMPC fue el año clave en sacar adelante la mayor inversión de su historia, el proyecto Guaíba II en Brasil, por casi US$ 2.100 millones.
Pero en lo privado, en ese mismo período, el brazo forestal de los Matte realizaba una investigación interna sin precedentes, que partió en Perú, siguió en Chile y continuó en los otros seis países de América Latina donde tiene operaciones.
Según conocedores del proceso, luego que el directorio de CMPC se enterara de que estaban siendo investigados en Perú, se le consultó a las gerencias de Chile del negocio de tissue si había algún mecanismo o sistema de colusión, pero los ejecutivos negaron todo de plano, según un reportaje publicado hoy por "El Mercurio".
Lo que hizo el directorio, dicen cercanos al proceso, fue enviar los discos duros de los computadores de los ejecutivos a la compañía estadounidense Kroll, especialista en crímenes cibernéticos, que realizó un análisis forense y rescató información borrada o encriptada.
Kroll procesó miles de millones de datos disponibles y estableció filtros para recabar la información relevante para el caso, destacan ligados al proceso.
Solo después de eso, un ejecutivo -"de los más jóvenes", cuenta un conocedor del proceso- contó todo y ayudó a desentrañar la trama colusiva. Poco a poco, los demás fueron revelando cómo operaba la intrincada red.
El grupo Matte también investigó si lo que ocurría en Chile se replicaba en otras latitudes. Aunque CMPC no se pronuncia de la responsabilidad de sus filiales en Perú y Colombia, donde están siendo indagados por las autoridades antitrust, sí descartaron carteles en el resto de las operaciones.
El destape del caso en Chile alertó a las autoridades uruguayas, que analizan investigar el mercado, dado que allí también opera SCA y porque CMPC opera en ese país desde hace 21 años. En Uruguay siguen monitoreando el tema.
CMPC está en proceso de contratar a asesores independientes para que examinen sus políticas de gobierno corporativo, las que incluyen cumplimiento de metas, bonos y otros incentivos.
Pero en el alto mando de la empresa se está empezando a cuestionar una característica que con anterioridad al caso era vista como una virtud: la prolongada permanencia de los ejecutivos en los mismos cargos o en las mismas áreas.
En su última presentación corporativa, CMPC destaca que "los principales gerentes cuentan con más de 24 años de experiencia en la empresa". Según trascendió, esta es una de las políticas corporativas que hoy está en entredicho.
"Eso lo vamos a revisar. Quizás ahí está el error, por mantener por mucho tiempo al mismo gerente y su gente se desarrollan prácticas nocivas que son muy difíciles de erradicar", reflexiona un director del grupo. Porque en cuanto a los bonos, "no tenemos una política descabellada... no somos Enron (compañía estadounidense ligada a la industria energética que estuvo involucrada a un emblemático caso de corrupción en 2001)", añade.