Falabella adquirió la tienda Saga de Perú en 1996 y mantuvo ambos nombres.
El MercurioLONDRES.- "La razón de la fortaleza de Falabella es que su variedad de negocios se extendió, criteriosamente, a través de seis países", sostuvo la revista The Economist en un reciente artículo titulado "Conquistador Cauteloso".
"Cuando Falabella se expande, nunca se apura. Algunas veces, después de entrar a un país y familiarizarse con él, comprará una empresa local y la combinará con sus propias sucursales para reducir costos y conseguir mejores precios de los proveedores. El año pasado, por ejemplo, Sodimac Perú se fusionó con Maestro, una cadena local", destacó.
Asimismo, la revista británica de negocios destacó que el retail chileno, ligado a la familia Solari, pese al complejo contexto macroeconómico que afecta al sector del comercio en Latinoamérica, mantiene un rendimiento "positivamente alegre".
En dicho escenario, apuntó que "los comerciantes de toda América del Sur debieran estar pasando por una época miserable. El crecimiento, o se ha ralentizado o ha bajado, ya que los precios de las abundantes materias primas de la región se han desplomado. El desempleo ha aumentado y la alta inflación se está comiendo los salarios (…) Todo esto ha hecho a los compradores del continente pensar dos veces antes de derrochar".
En el escrito, subrayó que en su negocio, Falabella a además de sus 101 tiendas por departamento, maneja 102 supermercados. "En conjunto, estos generan cerca de la mitad de los ingresos al por menor del grupo. La otra mitad proviene de 246 tiendas de mejoramiento del hogar y construcción (el resultado: la fusión con Sodimac, otra empresa chilena, en 2003). La fortuna de los tres no se superponen exactamente, ayudando a uniformar las ventas durante el ciclo", apuntó.
Otro punto a favor comentado por la revista, está en el "brazo de servicios financieros" de la compañía, el que además de mantener datos sobre hábitos de consumo de los clientes, es considerado uno de los prestamistas "más sofisticados de la región".
Con todo, The Economist señaló que "aparte del entorno macroeconómico, el mayor desafío de Falabella puede ser la creciente sofisticación de los compradores de la región. Se planea invertir US$ 1.000 millones para 2018 en informática y logística, para potenciar su negocio de comercio electrónico, mientras los consumidores de la región se acostumbran a comprar en línea".