SANTIAGO.- La tarea de Mauricio Macri
como nuevo Presidente de Argentina tras 12 años de Kirchnerismo no será fácil, puesto que recibe un país con el tipo de cambio "más sobrevaluado entre los países emergentes, descontando a Venezuela". Así lo define, Marcos Buscaglia, economista jefe de Bank of America Merrill Lynch (BofA).
"Argentina no tiene reservas internacionales, por lo que las reservas del Banco Central son negativas", agrega. A su vez, recuerda que el déficit fiscal de los trasandinos es de ocho puntos del PIB, con una presión impositiva muy alta. "Hay un desbarajuste muy grande para manejar. Está en default . Hay que arreglar un montón de cosas, que tienen solución, pero no es un trabajo para tímidos", concluye el economista.
Según consigna
"El Mercurio", el propio discurso de Macri va en línea con el diagnóstico, por tanto, ha detallado desde que comenzó su campaña electoral que lo primero que realizará es levantar el cepo cambiario: "Vamos a eliminar algo que ningún país tiene. Lo que está mal es lo que tenemos nosotros, y no podemos estar dependiendo de algo que está mal".
Asimismo, el líder de Cambiemos ha puesto énfasis en establecer un sistema tarifario justo y equilibrado en todo el país, "hacernos cargo de ir a un proceso de inversión, mejorando los servicios públicos".
Respecto al diferendo con los holdouts y la deuda con Estados Unidos, Macri considera que "si uno quiere crecer, tiene que generar un ambiente de confianza y no de conflictividad". En ese sentido, establece que hay que resolver los problemas y "resolverlos mejor de lo que los han resuelto ellos".
Gradualismo vs. shock
Para el mercado argentino, la mayor diferencia entre la campaña de Macri y de su rival Daniel Scioli, del Frente para la Victoria (FpV), fue la premura con la que anunciaron la realización de los cambios.
"Macri tomará más medidas de shock. El control de cambios es una trampa, te metes y después es muy difícil salir", opina Fausto Spotorno, director de Research de la consultora Ferreres & Asociados, y añade que eliminar el cepo de golpe "puede generar que la economía tarde mucho en recuperarse para crecer".
Para que el gobierno de Macri tenga perspectivas de éxito, economistas hablan de que hay que atacar el déficit fiscal y el exceso de gasto público. El déficit fiscal implica un impuesto inflacionario de 4% del PIB y, para reducirlo, consideran que es necesario corregir el gasto, porque ya no queda espacio para subir impuestos.
Spotorno destaca que el gobierno de Macri hará un ajuste de tarifas "más fuerte y los subsidios se reducirán cerca de 3%". Fundamenta esta postura porque si se plantea un ajuste cambiario veloz, "es probable que los precios suban más rápidamente al inicio", lo que requerirá un mejor rendimiento fiscal y una emisión monetaria menor.
En línea con lo anterior opina Marcelo Capello, director de IERAL Fundación Mediterránea: "Lo más urgente para este gobierno que comenzará será devolver la confianza con reformas institucionales claves, como reconstruir el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y solucionar rápido el conflicto con los holdouts; aunque a una mayor necesidad que muestre Argentina de solucionar, más débil entrará en la negociación".
Buscaglia, en tanto, resume que un gobierno de Macri no tendrá un corrimiento de políticas en sentido de buscar mayor apertura y privatización, pero sí va a haber un énfasis muy grande en aumento de eficiencia. También "va a levantar muchas restricciones bastante kafkianas que se han impuesto en los últimos tiempos", sentencia.
