TOKIO.- La empresa nipona Toshiba anunció hoy que pedirá un nuevo crédito de 300.000 millones de yenes (2.500 millones de dólares) para sacar adelante su proceso de reestructuración, tras verse afectada por un escándalo de manipulación de sus cuentas.
La corporación nipona tecnológica y de infraestructuras ya recibió un crédito de 400.000 millones de yenes (3.330 millones de dólares) de varios bancos nipones el pasado septiembre, y posteriormente anunció que llevaría a cabo una nueva fase de reestructuración para tratar de dejar atrás sus graves problemas económicos.
El nuevo crédito será financiado por las entidades niponas Mizuho Bank y Sumitomo Mitsui, según dijeron fuentes de la empresa a la agencia nipona Kyodo.
Toshiba se ha visto obligada a recurrir a préstamos bancarios al no poder obtener fondos suficientes en el mercado financiero, ya que sus títulos están calificados "en alerta" por el regulador bursátil nipón a raíz del escándalo de manipulación contable que afecta a la empresa.
La empresa con sede en Tokio se encuentra inmersa en una profunda crisis después de que en febrero se destapara un grave fraude contable por el que la empresa sobrestimó entre 2007 y 2014 sus ingresos por ventas en 224.800 millones de yenes (1.840 millones de dólares).
La compañía también infló su resultado operativo en 155.200 millones de yenes (1.270 millones de dólares), lo que supone uno de los mayores escándalos financieros en Japón de los últimos años y por el que el regulador bursátil nipón planea imponer una multa récord a la compañía.
Toshiba prevé registrar unas pérdidas récord de 550.000 millones de yenes (4.600 millones de dólares) en el ejercicio en curso, un déficit se deberá sobre todo a los costes del proceso de reestructuración y que conllevará la reducción de su plantilla en unas 6.800 personas.
La rama de "estilo de vida" es la más castigada por estas pérdidas, un área de negocio que incluye la fabricación de televisores y otros dispositivos de imagen, de electrodomésticos y de ordenadores personales, aparatos cuyas ventas han caído de forma sostenida en los últimos años, según la compañía.