Santiago Valdés y Joaquín Zavala, fundadores de Sensacional.cl.
SensacionalSANTIAGO.- El cuarto de los "cachureos" o los productos que acumulan polvo en la casa podrían tener un nuevo destino con Sensacional.cl, un emprendimiento chileno que mezcla el reciclaje y el comercio electrónico para darle una "segunda vida" a las cosas que están en buen estado.
"Siempre hemos vendido nuestras cosas usadas y nos preguntábamos por qué nadie más lo hace si tienen, literalmente, plata acumulada en sus bodegas", cuenta Santiago Valdés, uno de los fundadores de esta plataforma web que nació en septiembre del año pasado con capitales privados, luego de participar en un concurso de emprendimiento en Estados Unidos.
A diferencia de otros sitios de internet, en donde las personas pueden vender sus productos de segunda mano, Sensacional se encarga de todo el proceso de venta: retira los productos a domicilio o los recibe en sus bodegas; cataloga la calidad de las cosas y les pone un precio –que debe ser aprobado por el dueño-; los publicita en la página; los vende, y coordina la entrega a cualquier parte de Chile.
El valor acordado se reparte en montos iguales entre el dueño del producto y Sensacional. Pero las personas que van a dejar los bienes a la empresa, obtienen un porcentaje mayor.
"Si bien hay algunos que pueden encontrar ese porcentaje alto, hay que considerar que esto no es para los que hoy venden sus cosas, porque ellos están dispuestos a hacer todo el trabajo y arriesgarse. Nosotros estamos enfocados en los que hoy no hacen nada con sus cosas y saben que no lo harán. La idea es que el vendedor abra la puerta de su casa y no haga nada más que recibir el dinero en su cuenta", resume el ingeniero comercial de la UC.
Y la comodidad también es para los compradores. Junto a su socio y amigo desde el colegio, Joaquín Zavala, han enviado productos del área infantil, tecnología y deportes de Arica a Coyhaique, con transacciones realizadas con distintos medios de pago.
"Hemos más que triplicado las ventas en relación al mismo periodo del año pasado y en retiro de productos hemos cuadruplicado la cantidad. Cada vez más personas confían en nosotros, tanto para vender como para comprar productos", comentan los fundadores.
La fecha límite para vender un producto son 90 días desde que se publica. Después de ese tiempo, se puede renovar el contrato por otros tres meses –"más cuando creamos que aún hay posibilidades de vender"- o los dueños los pueden retirar de las bodegas.
Y hay una tercera opción: donar los productos a cuatro fundaciones ligadas a la protección y cuidado de niños, emprendimiento de mujeres y organizaciones de reciclaje.
"Nos permiten darle una segunda vida -o algún uso útil- a productos que de otra manera terminarían en la basura", comenta Santiago.