SANTIAGO.- El calendario puede decir 2016, pero algunos inversionistas están empezando a preocuparse de que podría ser otro 2008, luego que las bolsas mundiales reportaran el peor comienzo de año desde la Gran Recesión.
Tal como ocurrió a mediados del año pasado, China volvió a encender las alarmas de que una nueva crisis financiera puede estar a la vuelta de la esquina por culpa de sus finanzas.
El resultado ha sido una de las retiradas más veloces del riesgo en la historia por parte de los inversores que regresan de los días libres de Año Nuevo.
En un lapso de tres días, se borraron más de US$ 2 billones del valor de los títulos globales, la volatilidad en los indicadores bursátiles más amplios avanzó 13% y se perdió un 8% del precio del petróleo. Casi todo –desde los bonos basura, hasta el cacao y el café- cayó.
"China tiene un problema importante de ajuste. Yo diría que equivale a una crisis. Cuando miro a los mercados financieros hay un serio desafío que me recuerda a la crisis que tuvimos en 2008", dijo el inversonista multimillonario George Soros este jueves, según publicó CNN Money.
El ministro del Tesoro británico, George Osborne, también se sumó a las críticas: "Sólo llevamos siete días del nuevo año y ya tuvimos noticias preocupantes respecto a caídas en los mercados en todo el mundo, la ralentización en China y profundos problemas en Brasil y en Rusia".
"El mercado obviamente se alza sobre el muro de miedo, pero en este momento el miedo resulta un poco más realista", dijo a Bloomberg Brad McMillan, director de inversiones de Commonwealth Financial Network en Waltham, Massachusetts, que tiene a su cargo US$ 100.000 millones.