FRANKFURT.- Irán ya había anunciado su intención de aumentar ampliamente sus exportaciones de crudo tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra el país persa. Pero el momento actual para ello no podría ser más desfavorable.
Lo que supone una buena noticia para la economía iraní tras años de aislamiento y sanciones, podría, sin embargo, agudizar más la crisis que viven los mercados del petróleo, con precios en caída libre sin un fin a la vista.
El motivo principal de la caída de los precios del crudo es precisamente una oferta demasiado alta de petróleo que ahora podría aumentar más con la entrada de Irán en juego. A continuación, algunas claves sobre la situación.
¿Qué papel juega Irán en el mercado del petróleo?
Antes de que escalara la disputa por su controvertido programa nuclear, el país persa era un extractor muy importante. Después de Arabia Saudita, con diferencia el miembro más poderoso, Irán era el mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Pero tras las sanciones comerciales, su peso decayó.
Recientemente, la producción diaria iraní se situaba en menos de tres millones de barriles (de 159 litros) al día, una cantidad baja en comparación con los más de 10 millones de Arabia Saudita. En la OPEP, Irán se sitúa ahora en quinta posición.
¿Cómo reaccionará Irán al levantamiento de las sanciones?
El anuncio de la Unión Europea (UE) este fin de semana del levantamiento de la prohibición de importar crudo iraní no llegó por sorpresa: la medida ya se esperaba después de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmara que el país persa había cumplido sus obligaciones derivadas del acuerdo con las potencias internacionales firmado el pasado julio.
El país ya había anunciado anteriormente su intención de aumentar rápidamente sus exportaciones en medio millón de barriles al día. Sin embargo, los expertos dudan de que el país pueda aumentar tan rápidamente la producción y exportación de crudo. Primero, consideran, tiene que modernizar su industria petrolera. E incluso el presidente iraní, Hassan Rohani, reconoció que un boom a corto plazo es poco realista.
¿Qué consecuencias tiene la vuelta de Irán al mercado petrolero?
Considerables, teniendo en cuenta que el mundo, en estos momentos, "nada" en petróleo ante el exceso de oferta. La OPEP produce en torno a un millón de barriles diarios más del crudo que se demanda.
El motivo principal es la guerra de precios con la que sobre todo Arabia Saudita quiere defender su cuota de mercado. Esa guerra de precios se dirige sobre todo contra productores emergentes de Estados Unidos que han aumentado la extracción mediante la controvertida
tecnología del fracking.
Pero también otros grandes países extractores como Rusia o Canadá colocan cada vez más petróleo en el mercado. Todo ello ha hecho caer el precio del crudo en los mercados internacionales a su nivel más bajo en más de 12 años. En estos momentos el barril se sitúa por debajo de los US$ 30, frente a los US$ 110 que costaba por ejemplo a mediados de 2014.
¿Qué significa la caída de precios del crudo para la economía mundial?
Las consecuencias tienen doble filo, porque hay ganadores y perdedores. Entre quienes se benefician se encuentran consumidores y empresarios de países importadores como Alemania y Chile.
"Precios más bajos del crudo equivalen en Europa a una bajada de impuestos", asegura Erik Nielsen, economista jefe del banco Unicredit. "Para el mundo en conjunto el suministro adicional de crudo es una bendición", considera también Holger Schmieding, economista jefe del banco privado Berenberg.
Sin embargo, pierden las empresas y países que ganan de la venta de crudo. Y eso puede llevar a numerosos problemas, porque las firmas podrían verse obligadas a reducir personal y los países a recortar sus gastos sociales.
¿Seguirán cayendo los precios del crudo?
Es una pregunta difícil porque la respuesta depende de numerosos factores. Básicamente, una oferta aún elevada apunta a precios aún más bajos. Sin embargo, los expertos creen que pronto podría reducirse la oferta de Estados Unidos, porque muchos productores locales ya no pueden trabajar de forma rentable.
Por ejemplo, los expertos del banco Commerzbank esperan por ello una reducción considerable de la extracción en Estados Unidos en el transcurso del año. A largo plazo podría darse incluso una nueva situación de escasez, lo que volvería a elevar los precios, porque muchos extractores han reducido sus inversiones en vista de la caída actual de los precios.