SANTIAGO.- Cuando la Comisión Nacional del Litio entregó el informe "Litio, una fuente de energía, una oportunidad para Chile" al Gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet calificó este mineral como el "petróleo blanco del siglo XXI".
Un año más tarde, el Gobierno sigue profundizando en esa convicción. Este lunes se presentó la agenda "Política del Litio y Gobernanza de los Salares", que apunta esencialmente al establecimiento de un nuevo marco regulatorio, a la definición de condiciones de explotación y formas de vinculación con las comunidades, a fortalecer la coordinación entre los dos grandes actores públicos, Corfo y Codelco y a destinar recursos para la innovación en este rubro.
"Hemos presentado una agenda de corto plazo relacionada con el trabajo que realizó la Comision que define una política donde el Litio se mantiene en su condición de estratégico y por ende no concesible, eso significa que el Litio en nuestro país esté en manos del Estado de Chile", indicó la ministra de Minería, Aurora Williams.
La secretaria de Estado además explicó que entre las medidas que se implementará el directorio de Codelco en el corto plazo es establecer un calendario para la licitación del proceso de evaluación y exploración de sus posesiones de Litio en los Salares de Maricunga y Pedernales en Atacama.
La Presidenta Michelle Bachelet, por su parte, comentó que "nuestra situación económica es la mejor prueba de que no podemos depender de una matriz productiva acotada ni mucho menos limitar la exportación de commodities. Con el Litio tenemos la posiblidad de construir futuro de manera reflexiva y dialogada pensando en el bien común".
"Tengo la confianza que el Litio chileno no será un caso de desarrollo frustrado sino un ejemplo de futuro bien construido y que lo que aquí aprendamos lo sepamos traducir a muchas otras oportunidades de Chile", añadió.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, en 2013 las reservas mundiales de Litio ascenderían a unas 13 millones de toneladas, de las cuales 7,5 millones corresponderían a Chile. Se estima que la demanda de este mineral crezca de las 95 mil toneladas al año actuales a las 259 mil en 2020.
