SANTIAGO.- Las esquirlas de la fusión entre las AFP Cuprum y Argentum, operación que fue aprobada hace un año por la Superintendencia de Pensiones y que le significó a su controlador, el grupo norteamericano Principal, un beneficio tributario (goodwill) de US$ 130 millones, están lejos de amainar.
La superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, presentó finalmente su renuncia al cargo el pasado lunes, informa "El Mercurio". Lo hizo por escrito en una carta que dirigió directamente a la Presidenta Bachelet, y no a su superiora directa, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Ximena Rincón, contra quien además vierte duras críticas.
"Este organismo y sus funcionarios no merecen estar sometidos a la inédita situación de que la ministra del Trabajo y Previsión Social no respete la independencia que la ley consagra a la Superintendencia de Pensiones, llevando un tema de exclusiva competencia del regulador, a convertirse en un flanco de batalla política para el Gobierno", señala parte de la carta que envió a la Mandataria.
Agnic había puesto su cargo a disposición de la Presidenta el pasado 17 de diciembre, sin que —hasta la fecha— haya sido ratificada en el cargo. La autoridad reguladora tomó esta decisión luego que un día antes, el 16 de diciembre, la Contraloría General de la República (CGR) emitiera una "opinión jurídica" con reparos a la fusión Cuprum-Argentum, que la dejaba tanto a ella como al Gobierno en una incómoda posición.
El pronunciamiento de la CGR —firmado por la entonces contralora subrogante, Patricia Arriagada— respondió a una solicitud de los diputados DC Fuad Chahín y Patricio Vallespín, el primero integrante de la Comisión Investigadora de la Cámara que indaga la operación Cuprum-Argentum.
La Contraloría emitió esta opinión 24 horas antes que el Senado ratificara el nombramiento de Jorge Bermúdez como nuevo contralor. Bermúdez terminaría inhabilitándose en este caso, debido a una consulta profesional hecha por un estudio de abogados sobre la fusión de Acquisition con Provida, la segunda operación similar que Agnic aprobó en 2015.
La Super de Pensiones presentó posteriormente un recurso de aclaración ante la propia Contraloría, cuya resolución aún está pendiente.
La fusión entre las AFP Cuprum y Argentum fue aprobada por el organismo regulador en enero de 2015, en el marco de la reforma tributaria aprobada por el Congreso en 2014. El beneficio tributario que originó esta integración le valió a Agnic una serie de críticas, denuncias ante el Ministerio Público y públicas diferencias con la ministra Rincón, que incluso le pidió abstenerse de aprobar futuras operaciones de este tipo. Pero, meses más tarde, la reguladora terminaría visando la unión de las AFP ProVida y Acquisition.
La renuncia de Agnic se hará efectiva el próximo lunes 1 de febrero.
Su carta de renuncia a Bachelet
"Estimada Presidenta:
Hace poco más de un mes puse mi cargo a su disposición y le agradezco la confianza que ha tenido en mi persona, manteniéndome en él hasta hoy. No obstante, he decidido presentarle mi renuncia, con fecha 1 de febrero de 2016, pues he llegado al convencimiento de que los cuestionamientos oportunistas y carentes de toda solidez técnica y legal, que están entorpeciendo el normal funcionamiento de la Superintendencia de Pensiones y menoscabando su alta reputación institucional, no cesarán sino con mi dimisión.
Esta Superintendencia es una institución proba, con altísimos estándares técnicos y un equipo humano de gran calidad, que ha obrado con la más estricta transparencia y apego a Derecho en todas sus actuaciones.
Por lo mismo, este organismo y sus funcionarios no merecen estar sometidos a la inédita situación de que la ministra del Trabajo y Previsión Social no respete la independencia que la ley consagra a la Superintendencia de Pensiones, llevando un tema de exclusiva competencia del regulador, a convertirse en un flanco de batalla política para el Gobierno.
En lo profesional, tampoco logro vislumbrar las razones de la misma ministra que, en lugar de mantener la comunicación institucional como dictan las formas del Estado, prefirió cuestionar públicamente las decisiones de una superintendenta cuyo cargo es de exclusiva confianza de la Presidenta y que usted ha elegido a través del sistema de Alta Dirección Pública.
Del mismo modo, ha sido lamentable cómo cuestionamientos oportunistas han contaminado indebidamente a la Contraloría General de la República, que se vio conminada a intervenir en un ámbito en el que no tiene injerencia alguna, por la acción de diputados oficialistas que han demostrado un preocupante desconocimiento de cómo opera la institucionalidad y las leyes que ellos mismos han aprobado.
He decidido renunciar, principalmente porque le debo lealtad a la institucionalidad del país y, por supuesto, a usted. Las acciones de los organismos llamados a ejercer potestades públicas no pueden basarse en gustos personales, sino en actos institucionales que resguarden el Estado de Derecho y que le den garantías de estabilidad a los distintos intervinientes públicos y privados. Sin esas certezas, el país caería en la inefable categoría de las economías de baja confianza, algo para lo que jamás me prestaré.
Como funcionaria pública de carrera, que ha servido a cuatro gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría durante 25 años, no esquivaré la responsabilidad de seguir defendiendo ante el Ministerio Público las actuaciones de la Superintendencia de Pensiones y, por sobre todo, de la institucionalidad que ha puesto a Chile en el sitial de estabilidad y respeto internacional con que es reconocido en el mundo.
No puedo dejar pasar la oportunidad, Presidenta, para agradecer el acompañamiento de algunos miembros de su Gabinete, y muy especialmente al ministro del Interior, Jorge Burgos, quien en esta particular coyuntura aportó con una mirada de templanza institucional y de Estado, tan necesaria para evitar daños mayores a la imagen del Gobierno.
Agradezco el honor de que me haya permitido formar parte de su segunda administración.
Cordialmente, Tamara Agnic Martínez, Superintendenta de Pensiones".