SANTIAGO.- Las señales apuntan que este 2016 no será mucho mejor que el 2015. Al contrario, según la última Encuesta de Expectativas Económicas de febrero, los analistas esperan que el PIB este año, frente al ejercicio anterior, apenas alcance 1,9%.
Para entender este concepto de austeridad, diversos economistas analizan el posible impacto de este recorte y dan luces dónde el Gobierno puede ahorrar en gastos.
El economista de Rojas Asociados, Patricio Rojas, señala que "parece mucho más razonable modificar el gasto algo en 2016, bajarlo probablemente un punto de un 5,4% hasta 4,4% inicial que estaba contemplado, y eso le daría una holgura para mantener un gasto mucho más razonable y políticamente aceptable".
Lo anterior, según sus cálculos, implicaría que el Gobierno tendría que reducir cerca de entre US$500 ó US$600 millones, que representaría un monto "relativamente acotado".
Se podría conseguir "disminuyendo el gasto corriente (sueldos, salarios y gastos de bienes en generales), disminuyendo alguna inversión pública menor, donde más le puede echar mano, algunos proyectos que no estén asociados a leyes particulares".
Juan Bravo, asesor macroeconómico de ClapesUC, complementa que hacer recortes en honorarios, horas extras, gastos en teléfono celulares, taxis, suscripciones de diarios, compras de vehículos y "cortar" los programas mal evaluados.
"Lo ideal es que el gasto en inversión y en capital no se tocara porque estamos en una inversión muy débil y ese gasto puede generar a futuro rentabilidad", dice.
El economista de la Universidad del Desarrollo, Hernán Cheyre, considera que "en la cabeza del ministro (de Hacienda) hay un ajuste de gasto fiscal en torno a los US$600 millones, pero pienso que es muy poco. A lo menos deberíamos tener un ajuste de 0,5 puntos porcentuales del PIB, que más o menos, equivale a US$1.200 millones".
"Si el ministro sincera bien las cifras y da a conocer la verdadera situación en el país que tenemos que en materia fiscal es bastante más débil que la ciudadanía pensaba, eso le da pie", añade.
Impacto en la economía
Juan Bravo indica que un ajuste fiscal cercano a los US$540 millones va a tener un impacto pequeño, en principio un crecimiento de dos décimas menos. En temas cambiarios también el impacto es pequeño.
Una consideración similar es la que hace Rojas. "Una economía que viene lenta, que va con un crecimiento entre 1 y 1,5% y adicionalmente si le restamos 0,2% del PIB al gasto, eso tiene efecto en el crecimiento, acotado, pero lo va a tener".
No obstante, Cheyre asegura que un ajuste entorno a los US$600 millones no tendría un impacto en el PIB. "Al revés, eso puede generar mucho mayor confianza en cuanto a que se están tomando las medidas que de verdad el país necesita y eso puede impulsar otro tipo de inversión y otro tipo de proyectos que sí pueden tener un impacto en el crecimiento.
La señal para el mercado
Felipe Guzmán, analista de BanChile Inversiones, señala que el Gobierno al realizar este tipo de ajustes entrega también una señal de solvencia para las arcas fiscales hacia adelante que es un elemento bastante importante.
"Si bien esto naturalmente va a tener un impacto negativo de corto plazo sobre el crecimiento, en una mirada más de mediano plazo tendrá efectos positivos considerando que de esta forma no daña las condiciones a las que podrá acceder el país en términos de endeudamiento en los próximos años", sostiene.