MADRID.- El gigante español de energías renovables, Abengoa (con presencia en Chile) y al borde de la quiebra, anunció este miércoles haber cesado a un presidente nombrado hace seis meses para "facilitar un acuerdo de reestructuración" de su deuda con sus acreedores antes de finales de mes.
El consejo de administración decidió cesar a José Domínguez Abascal, nombrado en septiembre "a instancias de Inversión Corporativa IC", empresa propiedad de la familia española Benjumea, fundadora del grupo, anunció en un comunicado.
La dirección de la sociedad explica que busca así "contribuir a potenciar la independencia de la misma del que a día de hoy es su principal accionista, Inversión Corporativa IC".
En septiembre, el grupo español había cesado como presidente a Felipe Benjumea, hijo del fundador, que dirigía Abengoa desde hacía 25 años.
Este grupo industrial y tecnológico, que presentó preconcurso de acreedores el 25 de noviembre, está embarcado en una carrera contrarreloj para evitar la quiebra, que de producirse sería una de las más graves en España. Tiene de plazo hasta el 28 de marzo para evitar la suspensión de pagos logrando una reestructuración de su deuda.
El antiguo buque insignia de la economía verde en España anunció el martes que sus pérdidas ascendieron a 1.200 millones de euros (US$1.305 millones) en 2015 y que su deuda bruta sumaba 9.400 millones de euros el 31 de diciembre.
El consejo de administración decidió "nombrar presidente ejecutivo a don Antonio Fornieles Melero, hasta la fecha vicepresidente y consejero coordinador" con "el objetivo prioritario de facilitar un acuerdo de reestructuración con los acreedores financieros de la sociedad", según el comunicado.
Fornieles Melero se unió en 2015 a este grupo que tiene su sede en Sevilla, en el sur de España. Anteriormente, había realizado la mayor parte de su carrera en el sector de la auditoría, principalmente en la firma KPMG, precisó Abengoa.
KPMG había recibido en diciembre el encargo de siete bancos acreedores de Abengoa de auditar por completo las cuentas de la empresa y de sus cientos de filiales.
La preocupación sobre el futuro del grupo volvió a crecer a finales de febrero, cuando un responsable sindical informó que el grupo no tenía liquidez para hacer frente al pago de los sueldos en febrero.
Abengoa, que realiza el 64% de su cifra de negocios en el continente americano, empleaba a 28.700 personas el año pasado en todo el mundo.