BEIJING.- China anunció este jueves una rebaja de impuestos para las empresas de 500.000 millones de yuanes (US$76.800 millones) para consolidar el "buen inicio" de año que, según el primer ministro, Li Keqiang, ha tenido el país.
El dirigente chino tradujo en cifras el impacto que tendrá en 2016 la reforma fiscal que Beijing aplicará a partir de mayo, durante su intervención en el Foro de Boao, considerado el "Davos asiático", que se celebra esta semana en la isla china de Hainan.
Para el primer ministro, esta rebaja impositiva ayudará a superar las fluctuaciones que, a su juicio, sufrirá la economía china por sus desequilibrios internos y la debilidad del crecimiento global.
"Estamos sufriendo algunos problemas inevitables en el proceso de transformación y actualización", apuntó Li, en referencia a los problemas de exceso de capacidad de producción que lastran a las industrias pesadas y la química.
El primer ministro chino admitió que la reestructuración industrial que está acometiendo el gigante asiático obligará a recolocar a millones de empleados en sectores afectados por los excesos de capacidad como el carbón o el acero, aunque esperó que se creen suficientes oportunidades para esos trabajadores.
"Este año hemos adoptado un nuevo rango para el objetivo de crecimiento, de entre un 6,5 y un 7%. Lo hacemos para asegurar cierta flexibilidad en nuestro objetivo, porque estamos promoviendo las reformas estructurales. En este proceso, las pequeñas fluctuaciones a corto plazo son inevitables", explicó Li.
El primer ministro destacó que el bajo endeudamiento del Gobierno central chino, que cifró en un 17% del Producto Interior Bruto (PIB), le permitirá llevar a cabo una "política fiscal proactiva".
"En 2016, reduciremos hasta 500.000 millones de yuanes de impuestos" para las empresas, afirmó Li, que también descartó que se vaya a aumentar la carga fiscal en otros apartados para compensar esas rebajas.
El Gobierno chino, añadió el primer ministro, continuará realizando inversiones y buscará alternativas dentro de los mercados financieros para bajar el nivel de endeudamiento de las empresas.
"Tenemos suficientes herramientas políticas para asegurar un desempeño económico estable", garantizó el primer ministro chino, quien citó la alta tasa de ahorros del país y el margen de desarrollo de los mercados de capitales como otras puntos fuertes de la segunda economía mundial.
Li Keqiang desmintió que entre esos instrumentos figure una devaluación de la moneda china, el yuan, con fines competitivos.
"No devaluaremos el yuan para impulsar las exportaciones, porque eso no ayudará a las empresas involucradas en la competencia. Estamos intentando centrarnos más en la exportación de productos de calidad media-alta", subrayó el primer ministro.