SAO PAULO.- Analistas de entidades privadas de Brasil volvieron a empeorar sus previsiones para la economía de país, al proyectar una caída en 2016 del PIB del 3,66%, informó el banco central de ese país en su informe semanal.
Los economistas, que la semana pasada apuntaban a una retracción del 3,60%, revisaron sus estimativas a la baja por décima vez consecutiva.
En cuanto a 2017, los expertos también agravaron sus proyecciones, al estimar un crecimiento del 0,35% frente al 0,44% de la última previsión.
Los cálculos figuran en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta realizada a un centenar de expertos de instituciones financieras privadas sobre el estado de la economía.
Este pronóstico del mercado es más pesimista que el del Gobierno, el cual espera que el PIB se encoja este año un 3,05 %, tras reducirse un 3,8% en 2015, su peor resultado en los últimos 25 años.
De cumplirse los augurios de los analistas para 2016, la economía brasileña encadenaría dos años en números rojos por primera vez desde 1930.
En el mismo informe se disminuye ligeramente la previsión para la inflación para este año del 7,43% a un 7,31% y mantiene su estimación para 2017 en el 6,0%.
Las nuevas proyecciones se han agravado a la par que la crisis política que atraviesa el país y cuya presidenta, Dilma Rousseff, puede ser sometida a un juicio político que la despoje de su cargo, un proceso que ya ha comenzado en la Cámara de Diputados.
El desenlace de dicho trámite dependerá de la correlación de fuerzas en un Congreso fragmentado y en el que cada semana se reduce el apoyo a Rousseff.
De hecho, el oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza política y liderada por el vicepresidente Michel Temer, decidirá en una reunión prevista para mañana si abandona la coalición que sustenta al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).