SAO PAULO.- El Itaú Unibanco, el mayor banco privado de Brasil, admitió dificultades en el país para alcanzar un "consenso" en medio de la grave crisis política que afronta y reconoció que las reformas necesarias para la recuperación pueden "demorar", según afirmó hoy el economista jefe de la entidad.
"No va a ser fácil encontrar un consenso" y "las reformas pueden demorar un poco más", porque "es muy difícil trazar un cronograma de la política", señaló Ilan Goldfajn, economista jefe del Itaú Unibanco, en un encuentro con corresponsales extranjeros en Sao Paulo.
La situación económica del país, con una recesión del producto interior bruto (PIB) que según Goldfajn puede tener un "pico" acumulado próximo al 10 % de contracción después de un retroceso del 3,8 % en 2015 y otro similar este año, se agravó más con la crisis política que ha dificultado la implementación de un ajuste fiscal.
"Hay un impacto en la economía y un sacrificio social y por eso necesitamos saber si hay un consenso político para aprobar los ajustes y reformas necesarias, porque las inversiones y el consumo esperan señales de recuperación de la confianza para un escenario mejor", apuntó el economista.
La Cámara de Diputados de Brasil inició hoy la primera de las tres sesiones en que se decidirá si el trámite para un juicio con miras a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff llega al Senado, que tendrá la palabra final sobre el caso.
Para que el proceso llegue a la Cámara alta, que en ese caso decidirá si se instaura el juicio político contra Rousseff, la oposición precisa reunir 342 votos, que suponen una mayoría de dos tercios sobre un total de 513.
Si el proceso avanza, los 81 miembros del Senado definirán, por mayoría simple, si se inicia el juicio y, en ese caso, Rousseff será apartada durante los 180 días que esa cámara legislativa tendrá para concluir el proceso.
En ese caso, la mandataria sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, con quien ha roto toda relación y a quien acusó esta semana de ser "uno de los jefes de la conspiración" que, en su opinión, se gesta para recortar su mandato.
Temer divulgó por "error", según explicó él mismo, un audio en el que parecía dar como un hecho la destitución de la Mandataria.
Primero en la línea de sucesión, en esa grabación Temer instó a los brasileños a la "unidad" y a construir un Gobierno de "salvación nacional" y defendió un programa de su eventual Gobierno, al que denominó "puente para el futuro".
Para Goldfajn, "el problema no es formular programas, el problema es implementarlos", aunque reconoció que las propuestas de ajuste fiscal del Ejecutivo de Rousseff no deben cambiar si ella continúa en el poder o si otra persona asume la Presidencia del país.
"No hay misterios. Necesitamos de la reforma de la previsión social, definir el límite de gastos, revisar los impuestos y adoptar el ajuste fiscal", resaltó el economista jefe del Itaú, para quien después de ese objetivo, el país deberá continuar con "las reformas tributaria, laborista y política".
"A corto plazo no va a pasar nada. En los próximos dos años algunas cosas van a salir adelante, pero la economía brasileña tiene "buffers" (tampones), como son sus reservas internacionales y liquidez", subrayó.
Goldfajn destacó que "algunos elementos" de la economía "están comenzando a ajustarse" y puso como ejemplo que "no va a haber déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos" en este año.
"Se están viendo movimientos positivos con los inversores de corto plazo y los inversores extranjeros", añadió el especialista, para quien la reducción de la tasa básica de intereses, actualmente en el 14,25 %, "deberá comenzar a bajar en el segundo semestre".
A esa reducción de los tipos de intereses, abonó Goldfajn, se pueden sumar la reducción de la inflación, que en 2015 cerró en el 10,67 % y superó el techo máximo oficial del 6,5 %, y la estabilización del cambio, que a juicio del economista, deberá estar entre los 3,5 y 4,0 reales por dólar.
No obstante, "si el consenso (político) llega más rápido", dijo Goldfajn, "la estabilización comenzará a verse al final del año, pero -por el momento- en un escenario en el que la economía no cae, pero tampoco crece".