SAN FRANCISCO.- La empresa de servicios Uber acordó pagar hasta US$100 millones para llegar a un acuerdo en una demanda colectiva que resuelve un gran desafío a su modelo de negocio, permitiendo a la plataforma de transporte mantener a sus conductores como contratistas independientes en California y Massachusetts.
La demanda sostenía que los conductores de Uber son empleados, y por lo tanto tienen derecho a reembolso de gastos.
El acuerdo entre la firma y los conductores está pendiente aún de la aprobación del juez competente que lleva el caso en San Francisco, algo que no es una mera formalidad, pues los magistrados pueden rechazar compensaciones y exigir mejoras.
El caso judicial contra Uber fue seguido de cerca en Silicon Valley, ya que otras compañías que comparten negocios similares al de Uber dependen de contratistas independientes. La demanda había sido programada para dirimirla ante un tribunal de San Francisco en junio.
"Somos conscientes de que algunos estarán decepcionados de no ver que este caso irá a juicio", dijo Shannon Liss-Riordan, una abogada de los conductores.
Sin embargo, Liss-Riordan dijo que los conductores que pusieron la demanda se enfrentaban a un gran riesgo de perder si el caso avanzaba, sobre todo porque un tribunal federal de apelaciones había accedido recientemente a revisar una orden que permite a los conductores de Uber presentar una demanda colectiva.
No obstante, nada de la resolución impide que un tribunal en el futuro, o las autoridades laborales de Estados Unidos, consideren a los conductores de Uber como empleados, dijo la abogada en un comunicado.