LA HABANA.- Cuba impuso el martes techo a los precios de 23 alimentos agrícolas de alta demanda, en un intento por aumentar la capacidad de compra de los bajos salarios y tras decretar una rebaja de hasta 20% en varios productos en tiendas estatales.
Los precios a la población de los agroalimentos aumentaron 27% en 2014, según cifras oficiales, y siguieron subiendo en 2015 y en lo que va de este año, aunque las autoridades no han vuelto a publicar cifras sobre estas alzas.
Ante el aumento sostenido, el Ministerio de Finanzas y Precios fijó una tabla con precios máximos.
Los productos incluidos en la medida son el boniato, yuca, malanga, plátano, calabaza, ajo, cebolla, lechuga, pepino, tomate, pimiento, guayaba, mango, piña, papaya y los frijoles, entre otros.
Esto "constituye una protección al consumidor y a los productores agropecuarios, pues asegura estabilidad en los niveles de precios", señaló el ministerio en una nota publicada por la prensa.
El gobierno atribuye la especulación en los precios a la insuficiente producción que no satisface la demanda, y a los "intermediarios" entre el productor y el mercado.
Durante el Séptimo Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC, único) celebrado en abril, el presidente Raúl Castro había anunciado su decisión de enfrentar el problema inflacionario.
"No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante la irritación de los ciudadanos por el manejo inescrupuloso de los precios por parte de intermediarios", dijo el mandatario.
Cuba importa alrededor del 80% de los alimentos que consume, lo que obliga al gobierno a desembolsar unos 2.000 millones de dólares anuales, una cifra alta para el erario público.
Aunque Castro priorizó el asunto en sus reformas económicas emprendidas en 2007, repartiendo tierras ociosas, autorizando ventas de equipos, insumos y ropa de labor a los campesinos, el resultado productivo es aún muy insuficiente para la demanda.
La situación se agudizó por el creciente arribo de turistas a Cuba, que en 2015 llegó a 3,5 millones, y la ausencia de un mercado mayorista en la isla, en estudio hace cinco años.
Los cientos de restaurantes privados deben comprar sus suministros en el mercado minorista, convirtiéndose en competidor del ciudadano común, lo que estimula el aumento de los precios.
El salario medio en Cuba ronda los 24 dólares y el gobierno ha descartado por ahora su alza. Los servicios de salud y educación son gratuitos, y cada cubano tiene una mínima canasta básica de alimentos a precios subsidiados.
De los casi cinco millones de cubanos que trabajan, 3,5 lo hacen en dependencias, fábricas y servicios estatales, y el resto, de forma privada y cooperativa, con mayores ingresos.