SANTIAGO.- Un cruce de distintas cifras e información pública y privada, realizado por la consultora GeoResearch, reveló que los segmentos ABC1 y C2 son los que más crecieron en los últimos 14 años, mientras que el D es el que sigue predominando.
La firma realizó un análisis comparativo, publicado por El Mercurio, de cómo eran los hogares de Santiago en 2002 -año en que se practicó el Censo que continúa utilizándose como referencia en el país, tras la frustrada medición de 2012- y cuáles son las principales transformaciones que ha vivido la ciudad hasta este año.
Si bien por peso específico es el segmento D el que continúa predominando en la capital -aunque disminuyó del 33,56% de los hogares en 2002 al 30,57% en 2016-, son los segmentos ABC1 y C2, los que registran los incrementos porcentuales más notorios. El primero creció desde el 10,9% al 12,38%, y el segundo, de 20,73% al 22,35% en 2016.
En el resto de los segmentos, el C3 mantuvo una posición similar, con una participación actual de 25,08%, mientras que el E, el más vulnerable, pasó de representar el 8,93% a 9,62%, lo que significa un crecimiento de casi 67.000 hogares.
Entre los cálculos que maneja la consultora, se observa que en los últimos 14 años la Región Metropolitana pasó de tener casi 5,6 millones de habitantes distribuidos en 1.539.308 hogares, a 7,5 millones de personas repartidas en 2.125.235 hogares.
Asimismo, los cambios urbanísticos más notorios asociados a este aumento de familias se dan en los extremos de la ciudad. Por el norte, cambió fuertemente la geografía de comunas como Lo Barnechea, Huechuraba, Quilicura, Colina y Lampa, mientras que en el lado sur sectores que eran tradicionalmente agrícolas cedieron espacio a desarrollos inmobiliarios importantes o la parcelación de extensos terrenos que se urbanizaron rápidamente. Calera de Tango, Talagante y Pirque son los ejemplos más visibles.
Alzas en el nivel de ingresos
Encina sostiene que a partir de las cifras que manejan también es posible determinar que hubo mejoras importantes en el nivel de ingresos de los hogares santiaguinos, sin discriminación de segmentos.
El ABC1 pasó de tener un ingreso promedio real de $2,7 millones en 2002 a $4,1 millones en 2016, con un crecimiento de 52%; el C2 se movió de $889.429 a $1,2 millones, reflejando un alza de 41%; el C3 se incrementó de $462.067 a $686.104, con un aumento de 49%; el D pasó de $205.591 a $357.924, con un alza de 74%, y el E se movió de $72.285 a $134.652, reflejando una evolución positiva de 86%.
Otras ciudades
GeoResearch también maneja descripciones socioeconómicas de otras ciudades del país, como el gran Valparaíso y Concepción. En ambos casos hubo crecimientos en los segmentos de mayores ingresos, matizados con bajas en los niveles C3, D y E en el caso de la urbe de la Quinta Región, y en el D y E en Concepción.
En esta última, el C3 es el que más crece, al sumar 2,82 puntos respecto a 2002 y alcanzar así una participación de 29,53% del total, pisando los talones del segmento D, que al igual que en las otras ciudades analizadas lidera con 30,24%.
El ABC1 de Valparaíso, por ejemplo, se elevó en 3,32 puntos al pasar de 9,66% de los hogares en 2002 a 12,98% en 2016, principalmente por desarrollos inmobiliarios entre los que destaca Curauma, y algunos otros desplegados en Villa Alemana y Concón.
En el Gran Concepción es más relevante el crecimiento experimentado por el C2, que pasó del 18,14% de los hogares en 2002 a 19,17% este año. Sus principales desarrollos han estado asociados a distintos proyectos en Talcahuano, Chiguayante y San Pedro de la Paz.