TOKIO.- La Bolsa de Tokio avanzó hoy por tercer día consecutivo en una jornada en la que los inversores locales parecieron dejar momentáneamente atrás el pesimismo generado por el Brexit, que provocó una estrepitosa caída del Nikkei el pasado viernes.
El índice Nikkei cerró con una subida de 243,69 puntos, un 1,59%, hasta situarse en 15.566,83 puntos; mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 23,07 puntos, un 1,88%, y se situó en las 1.247,69 unidades.
El parqué tokiota abrió al alza y permaneció en terreno positivo durante toda la jornada tras registrar fuertes pérdidas el pasado viernes debido al resultado del referéndum celebrado en el Reino Unido, que finalmente abandonará la Unión Europea (UE).
"Es demasiado pronto para decir que el mercado se ha recuperado plenamente del impacto del Brexit, pero al menos, por ahora, los inversores no están mostrando aversión al riesgo", explicó el analista Akira Tanoue, de Nomura Securities, a la agencia Kyodo.
Además, Tokio se vio favorecida también por el buen ánimo que dejaron en los inversores las ganancias registradas la víspera en Wall Street y las plazas europeas.
Otros expertos apuntaron a que los inversores se vieron reconfortados con las declaraciones del primer ministro nipón, Shinzo Abe, quien señaló que su Gobierno "empleará todas las medidas disponibles" para limitar el impacto negativo del Brexit sobre la economía nipona y sus empresas.
Lideraron las ganancias las compañías de seguros, las del hierro y el acero y las dedicadas a la producción de productos eléctricos.
El gigante tecnológico Sony ganó un 4,8% tras anunciar hoy que desarrolla un robot doméstico que comercializará próximamente.
El fabricante Toshiba avanzó un 6,7% después de publicarse que la compañía incrementará la productividad en una de sus plantas gracias a la inteligencia artificial.
En la primera sección, 1.635 valores avanzaron frente a 270 que retrocedieron, mientras que 60 cerraron sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,206 billones de yenes (19.480 millones de euros), frente a los 2,357 billones de yenes (20.961 millones de euros) de la víspera.
