PARÍS.- El gobierno francés presentó este miércoles una versión enmendada de su reforma laboral a los sindicatos, que siguen rechazando el proyecto de ley pese a que consideran que el texto contiene algunos "avances".
El primer ministro, Manuel Valls, dijo en una comparecencia junto a la titular de Trabajo, Myriam el Khomri -que da nombre a la ley-, que excluye revisar el principal punto de la discordia, el artículo 2 del texto, que establece la primacía de los acuerdos dentro de cada empresa sobre los convenios sectoriales.
"No iremos en la dirección de los sindicatos, que desean la preeminencia de los sectores en aquellos campos en que el acuerdo de empresa aporta respuestas más flexibles y eficaces", dijo Valls.
Tras considerar que ese artículo condensa la filosofía de la reforma, el primer ministro argumentó que debe ser dentro de cada empresa donde se aborde la organización del trabajo.
Tanto Valls como El Khomri centraron sus esfuerzos hoy en disipar los temores de los sindicatos a que se difumine la importancia de los sectores, que "continuarán regulando y velando por que no haya un 'dumping social'", según el jefe del Ejecutivo.
El secretario general del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, proclive a las tesis del Gobierno socialista, se mostró "satisfecho" por los retoques presentados por Valls.
Sin embargo, las enmiendas se toparon de nuevo con el rechazo de la CGT y de Fuerza Obrera (FO), principales instigadores de la movilización social contra la ley, que ayer tuvo su undécima jornada de manifestaciones en todo el país.
"Los desacuerdos se confirman, porque seguimos sin tener respuestas", consideró en declaraciones a los medios el secretario general de la CGT, Philippe Martinez. Para él, "los ligeros avances registrados son fruto de la movilización", por lo que anunció que la nueva "jornada de acción" prevista para el próximo martes se mantiene como estaba previsto.
Una opinión similar expresó el secretario general de FO, Jean-Claude Mailly, quien, pese a reconocer "un progreso", opinó que no se trata de pasos "suficientes para salir" de la situación, especialmente el mencionado artículo 2.
Valls y El Khomri tienen previsto recibir mañana a las principales organizaciones patronales para hacerles partícipes de las modificaciones introducidas al proyecto de ley, que será examinado en segunda lectura por la Asamblea Nacional a partir del 5 de julio.
El Senado aprobó ayer una versión marcadamente liberal del texto, gracias a la mayoría de la derecha, pero la Cámara Baja recuperará el proyecto impulsado por el Gobierno socialista.
Su aprobación en la Asamblea Nacional no está en absoluto garantizada, por lo que Valls ha anunciado que podría recurrir a un artículo constitucional para sacar adelante la ley sin necesidad de someterla a voto.
