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Gratuidad de la educación sin plazos: Economistas afirman que será una "tarea titánica" lograrlo

Aunque Bachelet prometió que "no hay vuelta atrás", los tiempos de implementación dependerán de cuánto crezca la economía y los recursos que logren recaudar. Las expectativas son bajas.

04 de Julio de 2016 | 14:21 | Por Marcela Flores y Alfonso González
SANTIAGO.- Sí, habrá gratuidad universal para los estudiantes de universidades, institutos y centro de formación técnica que cumplan con los requisitos impuestos por la ley. Así lo confirmó ayer la Presidenta Michelle Bachelet en cadena nacional.

Pero no será de inmediato para todas las personas y tampoco hay fechas concretas para ilusionarse. Primero, para obtener este beneficio dependerá del decil al que pertenezca el estudiante (ver infografía abajo). Pero, por sobre todo, dependerá de si el Gobierno de turno logra recaudar los recursos necesarios a través de los impuestos.

Para 2015, la carga tributaria representó cerca del 21,5% del Producto Interno Bruto. Se espera que el sexto decil obtendrá la gratuidad en 2018 cuando los ingresos suban a 23%. Recién para el 2022 llegaría el séptimo decil, año en el que la carga aumentaría en medio punto a 23,5%.

La gratuidad universal recién podrá ser realidad cuando los ingresos estructurales lleguen al 29,5% del PIB tendencial (que es el crecimiento económico que estiman los expertos). Es decir, ocho puntos porcentuales más de lo que hay ahora.

Con esto, ¿en cuánto tiempo podría haber gratuidad universal en Chile para la educación superior? ¿Es posible lograrlo? Economistas de distintas áreas descartan que se cumpla ese compromiso en el mediano plazo.

Es poco factible de acuerdo a las expectativas de crecimiento
Patricio Rojas
Economista de Rojas & Asociados

El Gobierno dio una señal de que la gratuidad va a ser coherente con una responsabilidad fiscal, que no va a avanzar en la gratuidad en la medida que no tenga los recursos. Pero lograr que la carga tributaria pase del 22% a 29,5% del PIB es una tarea titánica. La gratuidad se ve como algo poco factible de acuerdo a las expectativas de crecimiento de la economía, de acuerdo a las ganancias de productividad y sobretodo sumando que las reformas que se han hecho en el último tiempo no garantizan que la economía alcanzará esos grados de crecimiento para poder cumplir con ese compromiso. No hay una fecha para saber cuándo se alcanzará la gratuidad, es algo imposible de saber porque está asociado a un crecimiento de la economía chilena que hoy no tiene base.

Reconoce la imposibilidad de avanzar incondicionalmente en la gratuidad
Sergio Urzúa
Coordinador Políticas Sociales de Clapes UC y académico U. Maryland
Es difícil poder anticipar la factibilidad de la propuesta. Depende, entre otras cosas, de las condiciones económicas que enfrente el país durante la próxima década, lo que no se anticipa auspicioso. Lo que si es posible anticipar es que tomaría muchos años alcanzar la gratuidad universal de acuerdo a lo planteando. Así, en el fondo, esta nueva estructura viene a reconocer la imposibilidad de avanzar incondicionalmente en la idea de gratuidad. Es un mensaje positivo que viene a poner trabas al voluntarismo poco reflexivo que ha dominado una discusión en donde los argumentos técnicos han estado ausentes.
Es un despilfarro fiscal y social insostenible e injusto
Gonzalo Martner
Director Departamento Gestión y Políticas Públicas Usach
La idea de la gratuidad universal debiera sustituirse por una progresión presupuestaria fundada en una política que refleje las prioridades del país en materia de educación superior y no en promesas genéricas poco racionales. Si lo que se quiere es un mercado educativo universalmente subsidiado por el Estado, que no distingue entre tipos de universidades, no sólo no hay presupuesto que alcance antes de décadas, sino que se trataría de un despilfarro fiscal y social insostenible e injusto, una suerte de capitalismo educativo financiado por el Estado. Donde hay compromiso con el interés general de la sociedad, con el pluralismo y con la libertad de cátedra e investigación, debe haber recursos públicos. Donde no lo hay, simplemente no debe haber subsidio público.
Es bastante irresponsable dejar amarrado a los futuros gobiernos
María Paz Arzola
Investigadora del Programa Social de LyD
Parece responsable que el Gobierno reconozca que se necesita conocer los ingresos futuros para poder avanzar en gratuidad, pero a la vez me parece que es bastante irresponsable dejar amarrado la gratuidad a los futuros gobiernos que se van a ver limitados de poder destinar los recursos a cuales van a ser sus propios programas y sus propias prioridades para el país. Hay como una contradicción entre lo que parece responsable y parece que no lo es (…) Sin duda, no va a ser rápido, porque más allá de lograr los números, hay muchas complejidades en cuanto a la implementación y en cuanto a saber con certeza quiénes se van a incorporar, quienes no, cuáles serán los requisitos, y una serie de detalles.
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