SANTIAGO.-.- Luego de emerger como principal postor en una licitación de cinco meses, Verizon Communications ha acordado la compra de los activos centrales de la histórica marca de internet por US$4.830 millones, según el medio periodístico Bloomberg.
Tras el fallido intento de cuatro años de la CEO de Yahoo!, Marizza Mayer, la situación no pudo revertirse y la triste historia del portal web ya está llegando a su fin. Mayer confirmó que colaborará con la transición hasta que se complete la venta y luego dejará la compañía "con un cómo paracaídas de más de US$50 millones en efectivo y acciones", según la agencia de medios.
Sin embargo, la caída del sitio se debe, en parte, a sus propios fundadores, Jerry Yang y David Filo, un inmigrante taiwanés de inclinaciones matemáticas y un programador de Lousiana.
Cuando cursaban la carrera de ingeniería en Stanford en 1994, crearon un directorio de links llamado Guía de la World Wide Web de Jerry y David. Al año siguiente, cuando Sequoia Capital invirtió en la startup, incorporó como máximo responsable a un ex ejecutivo de Motorola llamado Tim Koogle.
La decisión reflejaba la convención del momento: incorporar a un ejecutivo experimentado y salir a bolsa pronto. Si bien dieron un paso al costado, Filo y Yang siguieron en estrecha relación con la compañía. Filo compuso la primera versión de Yahoo Search y tomó el grueso de las decisiones sobre la arquitectura técnica de la empresa. Yang se dedicó a las decisiones estratégicas y tras el derrumbe de las "puntocom" reemplazó a Koogle por Terry Semel, un codirector ejecutivo de Warner Brothers.
Semel llevó consigo a un grupo de ejecutivos de medios, como Jeff Weiner, el CEO de Linkedln, y Dan Rosensweig, el máximo responsable del servicio de alquiler de libros de texto Chegg. Ese fue el origen de lo que pasaría a ser la personalidad dividida de Yahoo: ¿era una compañía tecnológica o de medios? Los ejecutivos del sitio web trataban de ser ambas cosas.
Durante la década de 2000, los principales errores de Yahoo fueron de voluntad. Semel, pudo haber comprado Google en 2002 y también estuvo a punto de comprar Facebook, en 2006, hasta que bajó su oferta de US$1.000 millones a US$850 millones luego de un informe de ganancias decepcionante, lo que alejó a un Mark Zuckerberg de la oferta.
"Esas adquisiciones probablemente se vieron como pasos demasiado arriesgados que podían incomodar a los inversores de Yahoo y por eso se dejaron de lado. Las compañías de internet necesitan la fuerza de sus fundadores para hacer cosas impopulares. Así es como sobreviven las empresas tecnológicas, mediante la capacidad de correr riesgos". Algo que según Bloomberg, ni sus fundadores ni los ejecutivos del portal hicieron.