CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización Internacional del Trabajo instó a los países a reformular sus políticas migratorias para enfrentar los retos laborales, como la discriminación o la informalidad.
"Gran parte de los flujos migratorios tienen como motivación principal el tema laboral, la búsqueda de empleo. Por ello, el paradigma no puede ser la seguridad en frontera o nacional", dijo en entrevista con Efe el director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar.
En la presentación en la Ciudad de México del informe "La migración laboral en América Latina y el Caribe", Salazar recordó que los Gobiernos han de dar "un manejo apropiado" a los grupos de personas que se mueven "buscando una oportunidad de trabajo".
Según este estudio, en el mundo hay actualmente 232 millones de migrantes y el 65 % de ellos -150 millones- son personas que se desplazan para trabajar.
El documento revela que en Latinoamérica el flujo no se ha detenido, y de hecho la cifra de trabajadores migrantes dentro de la región aumentó de los 3,2 a los 4,3 millones de personas entre 2010 y 2015, y de 25 a 37 millones en América del Norte (EE.UU. y Canadá), para un total de 41,3 millones.
En Estados Unidos se contabilizaron 21 millones de migrantes latinoamericanos, y en España hay casi 1,3 millones de extranjeros provenientes de América del Sur, informó la OIT con base en cifras oficiales de cada país.
Si el sector laboral "está bien regulado, la OIT tiene una creencia muy fuerte de la que (la migración) puede ser muy beneficiosa", apuntó Salazar, pues señaló que esta ayuda a incrementar el producto interno bruto (PIB) del país receptor y las remesas del país de origen.
El estudio identifica que hay una alta proporción de trabajadores migrantes en la economía informal, y que a menudo enfrentan explotación, discriminación y bajo acceso a la protección social.
En Estados Unidos, por ejemplo, 11,3 millones de trabajadores inmigrantes, el 25 %, estaban en situación irregular en 2014.
Además, una gran parte están en la economía informal. Como ejemplo, en Argentina el 76,4 % de los inmigrantes suramericanos están en estas condiciones y en Costa Rica, el 29 % de todos los inmigrantes.
En este contexto, sobresale la feminización de la migración laboral, pues hay más mujeres que emigran que hombres, y más de la mitad de ellas tienen empleo. Por ejemplo, en América Latina, un 55,7% de la mujer migrante participa en la fuerza laboral, frente a un 54% para la población nacional.
No obstante, un 35% de las trabajadores migrantes en América Latina está en el servicio doméstico. La gran mayoría de ellas "no es que estén acompañando a su esposo, sino que viajan autónomamente", afirmó el representante de la OIT.
Recordó que las mujeres tienen "muchas vulnerabilidades" y pueden ser "víctimas de la violencia" durante la migración y en el lugar de destino, y por eso "la dimensión de género de los flujos migratorios es absolutamente central".
En este complejo escenario, será indispensable crear políticas que pongan especial énfasis en dar oportunidades de trabajo a los migrantes jóvenes y a las mujeres, agregó.
"Tiene que ser un esquema de coordinación para regular y que también incluya empleadores y representantes sindicales", comentó Salazar, siguiendo la línea de la OIT, que reúne Gobiernos, empresarios y trabajadores en su seno.
Además, instó a mejorar la gobernanza en la migración laboral buscando la cooperación entre países.
Aunque no hizo referencia directa al candidato republicano para la Presidencia de EE.UU., Donald Trump, recordó que el fenómeno migratorio "no tiene marcha atrás" ni "se detiene con muro", en alusión a la promesa electoral de reforzar el muro entre México y EE.UU. del magnate.
Recordó que los migrantes tienen "espíritu empresarial" porque son capaces de asumir "retos" y "grandes riegos". Ya probaron su "valentía, osadía y audacia" saliendo de su país en busca de mejores oportunidades laborales, concluyó.