El Mercurio (Archivo/Imagen referencial)
BEIJING.- La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China reclamó hoy a Beijing "reciprocidad" en su apertura a la inversión extranjera, para que las empresas europeas encuentren en ese país facilidades similares a las que tienen las firmas chinas en el bloque comunitario.
El presidente de la agrupación de empresas europeas que operan en China, Joerg Wuttke, denunció que las compañías extranjeras se enfrentan a múltiples "barreras y obstáculos" para invertir en el país asiático, durante la presentación en Beijing del informe anual de la Cámara sobre la situación de la economía china.
Wuttke lamentó que las firmas europeas no pueden "ni siquiera plantearse" realizar grandes acuerdos protagonizados por empresas chinas en Europa, como la reciente adquisición de la firma de robótica alemana Kuka por parte del fabricante de electrodomésticos Midea o la del puerto griego de El Pireo por la naviera Cosco.
"El año pasado, China ya invirtió en Europa el doble de lo que los europeos invirtieron en China", recordó el presidente de la Cámara, quien afirmó también que este año la tendencia divergente se está acentuando.
En su informe, la agrupación de empresas europeas defiende que "va en los propios intereses del país relajar las restricciones y ofrecer una reciprocidad plena" en un momento en que la fuerte ralentización de la inversión privada, que incluso se contrajo en julio, preocupa a las autoridades chinas.
Wuttke señaló que las restricciones a la inversión también perjudican a las empresas chinas de propiedad privada y apuntó a los riesgos que supone la dependencia del sector público de la segunda economía mundial.
Además, la Cámara de Comercio de la UE advierte en el informe de que "esta falta de reciprocidad es insostenible y podría llevar al proteccionismo y a mayor tensión".
El Gobierno chino, precisamente, ha anunciado que pretende plantear medidas para frenar lo que percibe como un auge del proteccionismo contra sus empresas en la cumbre de líderes del G20 que se celebrará en la ciudad china de Hangzhou (este del país) los días 4 y 5 de septiembre.
El Gobierno australiano vetó este verano la compra de la eléctrica Ausgrid por parte de empresas chinas y el Reino Unido aplazó el proyecto de construcción de una central nuclear con inversión china en su territorio, decisiones que han provocado malestar en Beijing.
