SANTIAGO.- El término "quadruple witching", o "cuádruple hora bruja", se refiere al tercer viernes de cada mes de marzo, junio, septiembre y diciembre, es decir, de cada trimestre.
Se trata de un fenómeno financiero en que se vencen simultáneamente cuatro instrumentos: futuros de índices accionarios, opciones sobre índices accionarios, opciones sobre acciones y futuros de acciones.
Un contrato de "futuros" es aquel en el que un comprador y un vendedor se obligan hoy a comprar y vender, respectivamente, activos reales o activos financieros, en una fecha futura concretada de antemano y a un precio convenido ambos en el momento de formalizar el contrato. Se trata de un juego de "suma cero" ya que lo que gane una parte será a costa de lo que pierda la otra.
La venta puede realizarse en otro momento mientras dura ese "futuro" pero si no se ha vendido o comprado antes de la "cuádruple hora bruja", este viernes se hará automáticamente.
Las "opciones son parecidas a los futuros, pero no iguales. Este instrumento financiero es también un contrato que da derecho a comprar o a vender un determinado activo real o financiero a un precio establecido y durante un periodo de tiempo. Esta es la operativa simplificada y la diferencia entre ambos es la obligatoriedad de los futuros frente al mero "derecho" de las opciones.
Un contrato de opciones es un contrato que faculta a su comprador el derecho a comprar (CALL) o el derecho a vender (PUT) un determinado activo real o financiero, a un precio establecido previamente, llamado precio del ejercicio, durante un periodo o una fecha final estipulada como vencimiento. La otra parte, el vendedor de la opción, esta obligado a satisfacer el deseo del comprador, si este ejerce la opción de compra o de venta, a cambio, el comprador de la opción siempre deberá de pagar al principio al vendedor un importe de dinero que se denomina prima.
En resumen, los futuros consisten en comprar en una fecha futura un número de activos a un precio fijado previamente. Mientras que las opciones, como su propio nombre indica, son eso, meramente opciones carentes de obligación.
¿Qué efecto tiene en los mercados?
Dados estos vencimientos, "generalmente se observa un incremento importante en volatilidad, muchos de ellos cerrando, haciendo roll over o neteando las posiciones, observando también un alza notoria en los volúmenes transados de acciones y derivados", comenta la subgerente de Estudios del banco BCI y corredora de bolsa, Pamela Auszenker.
Generalmente este aumento de transacciones y volatilidad se observa en las últimas horas de transacción (en particular entre 15:00 y 16:00 E.T). Lo anterior, quiere decir que hay más actividad para los mercados que ya de por sí están muy movidos: los inversores empiezan a tomar posiciones -a vender y comprar- de cara al último trimestre del año lo que provoca un alto volumen de operaciones con movimientos muy abruptos.
Entrando a terreno más técnico, el aumento en el volumen viene de la mano de las transacciones que se ejecutan automáticamente sobre los activos subyacentes (acciones y/ índices accionarios) sobre aquellas opciones que están "in the money" y sobre los contratos futuros que expiran.
Asimismo, durante este viernes, "transacciones que involucran grandes bloques de contratos pueden crear movimientos de precios que generan oportunidades de arbitraje y ciertas distorsiones, derivando dicho arbitraje en una escalada del volumen transado", comenta Auszenker.
¿Qué pasa en la bolsa chilena y los inversionistas nacionales?
En Chile, no existen productos derivados (opciones ni futuros), por lo que no se da este fenómeno.