SANTIAGO.- El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, negó haber violado el embargo estadounidense a Cuba como aseguró la revista "Newsweek".
"Nunca hice negocios en Cuba", dijo el magnate en una entrevista televisiva en la noche del jueves, en la que acusó al autor del artículo de tener "muy mala reputación".
"No, nunca hice nada en Cuba. Nunca hice un trato en Cuba", insistió el candidato a presidente.
Según "Newsweek", que se basó en documentos de la época y el testimonio de un ejecutivo que trabajó para la empresa de Trump, el magnate exploró en 1998 en secreto la posibilidad de hacer negocios en la Cuba de Fidel Castro gastándose al menos US$68.000 dólares en la isla en un momento en el que las empresas estadounidenses tenían prohibido desembolsar dinero en ese país.
Su empresa Trump Hotels&Casino Resorts, con su consentimiento, contrató para ello a una consultora cuyos ejecutivos viajaron a Cuba. Al dinero desembolsado se le dio apariencia de legalidad ligándola actos de beneficencia.
Da la casualidad que, en 1999, Trump, que por aquel entonces comenzaba sus primeros pasos en política, dio un discurso ante la comunidad cubana de Miami (Florida) en la que criticó a Castro y dijo que no invertiría un dólar en la isla sin un cambio de régimen.
Fuentes del Departamento del Tesoro aseguraron a Newsweek que, pese a que no pueden probar categóricamente que la empresa de Trump no recibió autorización para invertir en Cuba, las posibilidades de que un casino estadounidense intentara gastar dinero en la isla eran "básicamente cero".
Hace apenas diez días, Trump prometió durante un acto en Miami que, de ser elegido presidente, revertirá la apertura de Estados Unidos hacia Cuba promovida por Obama a menos que se produzcan "libertades religiosas y políticas" en la isla.
La presunta violación del embargo a Cuba se publica en una de las peores semanas de Trump, que el lunes perdió el debate electoral frente a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
La ex jefa de la diplomacia lo acusó el jueves de "poner sus intereses empresariales por delante de las leyes de Estados Unidos". "Ha engañado sistemáticamente al responder a preguntas sobre si pretendía hacer negocios en Cuba", dijo la ex secretaria de Estado.