SANTIAGO.- La nueva ley de Insolvencia y Reemprendimiento cumple el próximo domingo dos años desde su entrada en vigencia, lo que implicó un cambio profundo respecto a cómo se llevaban a cabo las quiebras en el país e instaló cuatro nuevos procedimientos que permiten a las personas y empresas renegociar sus deudas o liquidar bienes y activos para cumplir con sus compromisos.
Una de las principales novedades que trajo la nueva normativa fue la implementación de la renegociación para las personas, un procedimiento administrativo sin costos, a través del cual el deudor propone a todos sus acreedores nuevas condiciones de pago de sus obligaciones, ajustadas a su capacidad de pago.
Entre la entrada en vigencia de la ley a fines de 2014 y el 30 de septiembre de este año, hubo 1.714 solicitudes acogidas a tramitación para este tipo de procesos, señala "
El Mercurio".
Los requisitos son tener dos o más deudas vencidas por más de 90 días que no sumen más de 80 UF, no tener una demanda en su contra y no haber emitido boletas de honorarios en los últimos dos años.
En el primer año de vigencia de la ley hubo 735 procedimientos de renegociación para las personas y en el segundo año, 979, lo que muestra un aumento de 33% en la cantidad de renegociaciones iniciadas.
El superintendente (TP) de Insolvencia y Reemprendimiento, Andrés Pennycook, señala que la renegociación es una oportunidad para evitar que el conflicto entre acreedores y deudores se judicialice o el eventual embargo de bienes.
El perfil del deudor
Del total de deudores que realizaron el procedimiento, el 58,9% corresponde a hombres y el 41,1% a mujeres. La mayor concentración se da en el tramo etario que fluctúa entre los 30 y 44 años.
El monto promedio de la deuda asciende a $26.371.079. La deuda de los hombres es 36,3% superior a la de las mujeres. Asimismo, los mayores valores adeudados son con los bancos, con $20,4 millones, seguido de Cooperativas de ahorro y crédito, con $5,5 millones; enseñanza, con $3,6 millones, y retail y servicios financieros, con alrededor de $3,5 millones cada uno.
El segundo procedimiento destinado a las personas es el de liquidación de bienes, que ya suma 1.056 pedidos en los dos años de ley y que es muchas veces utilizado por quienes ya enfrentaron un juicio y no pueden optar por la opción anterior, de renegociación.
Las opciones para las empresas
Los otros dos procedimientos son destinados para las empresas. El primero, de reorganización, permite a las firmas efectuar un acuerdo con sus acreedores para seguir funcionando y pactar el pago de la deuda. Desde 2014 suman 94 procedimientos.
El superintendente destaca el aumento del uso de la reorganización en las grandes empresas, citando como ejemplo a La Araucana y Calzados Beba, que recientemente se acogieron a esta modalidad, buscando evitar la liquidación de la empresa.
Las firmas que han iniciado procedimientos de reorganización corresponden principalmente a grandes empresas, con 47,7%; seguido de medianas empresas, con 21,6%; pequeñas empresas, con 14,8%, y microempresas, con 12,5%. El restante no registra ventas.
El otro procedimiento es el de liquidación de activos, que suma 800 trámites en el período y cuyas solicitudes más que se duplicaron en el segundo año de la ley.
Pennycook dice que el promedio de quiebras tramitadas con la legislación anterior ascendía a un total de 140, "lo que daba cuenta de que el deudor prefería simplemente 'bajar la cortina' a someterse a un cierre formal", celebrando las nuevas cifras y la posibilidad de volver a emprender.