SIDNEY.- Australia se ha unido a los países que mantienen su apuesta por la viabilidad del Acuerdo Transpacífico (TPP, sigla en inglés), tras el anuncio del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que se retirará de las conversaciones.
El primer ministro australiano, el liberal
Malcolm Turnbull, señaló que el TPP es un "importante compromiso estratégico" para los países firmantes y destacó los beneficios que en particular ofrece a Australia.
Por su parte, el ministro australiano de Comercio,
Steve Ciobo, opinó hoy que aún hay posibilidades de que Trump cambie de opinión: "solamente hay que dar a los estadounidenses tiempo suficiente para sopesar los pro y las contras".
En tanto, el Gobierno chino mostró su apoyo a una mayor integración económica en la región Asia-Pacífico.
"Estamos abiertos a todos los acuerdos que son positivos para la integración, la facilitación del comercio y la paz y la prosperidad en Asia-Pacífico", dijo
Geng Suang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, en una rueda de prensa en Beijing.
El portavoz chino recordó que, en la reciente cumbre de Lima del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), los líderes de esa agrupación acordaron "profundizar la integración económica y oponerse al proteccionismo comercial", un mensaje que calificó como "positivo para el desarrollo económico".
Geng reclamó que
los futuros tratados eviten la fragmentación, en referencia a la exclusión de China del TPP -que incluye a doce países de la cuenca del Pacífico-, y pidió que cumplan las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ayuden a mantener el vigente sistema comercial multilateral.
"Esperamos que todos los acuerdos se refuercen entre ellos, en lugar de debilitarse. Deberíamos evitar la fragmentación de los acuerdos de libre comercio o su politización", insistió.
Tras el anuncio de Trump de que retirará a EEUU del TPP, algunos países se plantean continuar con la puesta en marcha de ese acuerdo sin la mayor economía mundial, mientras que otros apuestan por buscar tratados alternativos, como el Acuerdo Integral Económico Regional (RCEP), que incluye a China y excluye a la potencia norteamericana.El RCEP surgió en 2012 como un proyecto para Australia, China, Corea del Sur, India, Japón, Nueva Zelanda y los diez países miembros de Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que comprende a Birmania (Myanmar), Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Este grupo representa alrededor del 45 % de la población mundial y tiene un PIB combinado de US$21,3 billones.
¿Y los otros países?
Al contrario, el
primer ministro de Japón, Shinzo Abe, consideró que "el TPP no tendría sentido sin EE.UU. Es imposible volver a negociarlo y desestabilizará el balance básico de intereses".
Algunos de los países firmantes del TPP, como
Chile, México, Perú o Singapur creen que aún puede sacarse adelante el acuerdo con reformas; otros, como Malasia o Vietnam, han empezado a buscar alternativas.
"El TPP sin Estados Unidos significa un nuevo acuerdo. Significa que doce menos uno tendrán que reunirse y firmar un acuerdo con nuevas cláusulas de entrada en vigor. Y eso significa nuevas negociaciones, lo que no resultará fácil", opinó el primer ministro de Singapur,
Lee Hsien Loong, en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú el fin de semana pasado.
En esa misma cumbre, la Presidenta
Michelle Bachelet, el presidente mexicano,
Enrique Peña Nieto, y el presidente peruano,
Pedro Pablo Kuczynski, defendieron proseguir con la iniciativa comercial si Trump retiraba a Estados Unidos.
El primer ministro de Vietnam,
Nguyen Xuan Phuc, anunció la semana pasada que su Ejecutivo ni se molestaría en proponer al Parlamento la ratificación del TPP.