SANTIAGO.- Sorpresa causó la primera contracción que presenta la economía nacional desde la crisis financiera mundial, al registrar un Imacec de octubre de -0,4%.
Mientras que las reacciones variaron desde "es un sólo dato" que enfatizó el ministro de Hacienda a un "esto es culpa de las políticas de Gobierno", según dijo Andrés Velasco, hay otros analistas que apuntan a que "las consecuencias directas de esta cifra deberían ser más acotadas de lo que probablemente se interprete a primera vista", sostuvo
Scotiabank.
"Por lo pronto, no modifican significativamente nuestras expectativas de crecimiento para este año y el próximo, por cuanto una parte del número está afectado por efectos transitorios que no inducen una variación tendencial demasiado fuerte", explicó la entidad bancaria.
Luz María Koch -académica de la Universidad Fines Terrae- también afirma que, si bien el resultado "afecta el promedio de crecimiento anual, porque castiga el crecimiento del último trimestre", octubre "tuvo algunos aspectos particulares que incidieron en el bajo crecimiento, como los dos días hábiles menos, algunas huelgas en el sector minero. Es probable que noviembre y diciembre, no sean tan negativos".
Por su parte,
José Ignacio Llodrá, economista de Clapes UC, sostuvo con este resultado "la proyección de crecimiento para el año pueda caer marginalmente (...) no es tampoco una situación demasiado diferente, es decir, estas caídas siempre han estado dentro de las posibilidades de los analistas". El investigador detalla que así como octubre contó con dos días hábiles menos que el mes del año pasado, "noviembre tendrá en cambio un día hábil menos y diciembre tendrá un día hábil más que el año pasado".
Antonio Moncado, economista de Bci Estudios, coincide con esta visión, al afirma que "este fenómeno no volvería a repetirse en tal magnitud en lo que queda de año (...) ya que uno de los principales factores detrás de la caída en actividad fue un efecto calendario".
"Si bien la industria minera sigue aportando una contribución nula o negativa al crecimiento, estimamos que el resto de los sectores seguirá aportando crecimiento a un ritmo moderado", proyectó.
En tanto, la Cámara de Comercio de Santiago comentó que "estos resultados no marcan tendencia, pero si confirman la debilidad que presenta la economía" y bajó su estimación del PIB para 2016 del rango 1,8%-1,7% a 1,6%. La Sofofa es más pesimista y estima que la expansión anual será de 1,5%, "cifra que estaría en el umbral inferior al rango de crecimiento entregado por el Banco Central".
Dinamismo para los próximos meses
Moncado estima que "la recuperación de la economía seguirá su rumbo a un ritmo lento, donde la recuperación de las expectativas es un fenómeno que podríamos apreciar recién hacia la segunda parte del próximo año".
"Por el momento, tanto el empleo como los salarios no debiesen mostrar mayor deterioro hacia adelante", aseguró y detalló que "el impulso económico debe venir de sectores que no dependan de manera tan estrecha de variables externas" como el comercio o los servicios.
Por su parte, Koch "para el próximo año hay ciertos motores que son interesantes para la economía chilena: China ha decidido potenciar el comercio con Latinoamérica; Donald Trump declaró que va desarrollar, entre otras políticas, un foco importante en infraestructura, cuestión que se traduce en mayor demanda de cobre".
"Si empiezan a crecer las exportaciones, probablemente se acompañará de mejores expectativas empresariales y del consumidor, esto implicaría mejoras en las inversiones y en el consumo", aseguró la economista.
Mientras que Llodrá recordó "a partir del próximo año comienza la reforma tributaria en régimen y esta tendrá un alza de 3% en el impuesto a las empresas. También la entrada en régimen del IVA en la construcción significó un adelantamiento de varias inversiones en ese sector, por lo que podría comenzar a caer la actividad en los próximos meses".