BLOOMBERG.- La economía más grande del mundo pierde miles de millones de dólares cada año al hacer que doctores inmigrantes conduzcan taxis e ingenieros inmigrantes trabajen como meseros.
Casi el 25% de los 7,6 millones de inmigrantes con títulos universitarios en Estados Unidos están desempleados o trabajan en empleos que no requieren de una educación de preparatoria, de acuerdo con un análisis de datos del 2009 al 2013 de la Oficina de Censos de Estados Unidos analizados por el Instituto de Políticas Migratorias, New American Economy (Asociación para una Nueva Economía Estadounidense) y la organización World Education Services.
Si esos inmigrantes trabajaran en empleos a la altura de sus habilidades, ganarían US$39.400 millones más al año, y podrían pagar US$10.200 millones más de impuestos – US$7.200 millones a nivel federal y US$3.000 millones a niveles estatal y local, de acuerdo con el reporte que mide los costos económicos del llamado "desperdicio de cerebros" de los inmigrantes altamente cualificados.
El desaprovechamiento de capacidades no es exclusivo de los inmigrantes, pues casi 7 millones de graduados universitarios nacidos en Estados Unidos también tienen problemas para encontrar empleo a su nivel de capacidades, de acuerdo con los hallazgos. Sin embargo, solo el 18% de ellos tiene probabilidad de estar desempleado o subempleado, contra el 25% del total de la población inmigrante altamente cualificada.
El fenómeno se exacerba para los inmigrantes que obtuvieron sus títulos afuera de Estados Unidos, frente a aquellos que recibieron su educación en ese país y aquellos que no hablaban inglés tan bien. La raza y origen étnico también tenían un impacto poderoso, con los asiáticos y blancos mostrando tasas significativamente más bajas de subempleo que los hispanos o afroamericanos, de acuerdo con el reporte.
"Las pérdidas de capital humano deberían ser una preocupación especial hoy que ha habido un cambio pronunciado y constante en quién viene a Estados Unidos, con más inmigrantes con muchos estudios llegando en años recientes", escribieron los investigadores en el reporte. El estudio se da tras la elección el mes pasado de Donald Trump, quien prometió una postura más dura ante los trabajadores migrantes.
Casi la mitad de los inmigrantes adultos que entraron a Estados Unidos del 2011 al 2015 tenía una licenciatura o más, un incremento del 33% registrado antes de la recesión del 2007-2009, de acuerdo con el reporte, que se basó en datos de la Oficina de Censos de Estados Unidos.
"Una política migratoria más inteligente puede ayudar a conectar a trabajadores de todos los antecedentes con empleos adecuados a sus capacidades – y fortalecer la economía para todos nosotros", comentó John Feinblatt, presidente del consejo de New American Economy, en una declaración.