SANTIAGO.- Si bien la desvalorización de los fondos de pensiones locales con mayor porcentaje de inversión en renta fija (Fondos D y E) ha sido notoria, tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, no es adecuado sobre dramatizar estos cambios de variaciones que son de corto plazo, opinó este lunes el Presidente del Banco Central de Chile, Mario Marcel.
"Esos cambios, son cambios que van siguiendo la evolución del mercado en el corto plazo. Eso no significa que sea una caída permanente en el valor de los fondos de pensiones", explicó el nuevo titular del instituto emisor durante la presentación del IPoM de diciembre y el Informe de Estabilidad Financiera del segundo semestre de 2016 ante la Comisión de Hacienda del Senado.
En esa línea, comparó lo anterior con "episodios mucho más dramáticos" relacionados a la crisis financiera donde la caída de algunos fondos superó el 40%.
Sin embargo, dado que se trata de inversiones de largo plazo, "en la medida de que no se produzcan movimientos de los afiliados que no reconozcan ese carácter transitorio de los bonos o de otros activos, ese valor de los fondos puede recuperarse", apuntó.
Por lo tanto, consideró que es tarea de los afiliados estudiar en qué grado es "necesario, urgente" introducir cambios en su elección de fondos.
Esto, porque justamente los fondos de pensiones se recuperaron, al poco tiempo, de la gran caída que sufrieron durante la crisis de 2009 y con ello, se recuperó "el capital de los afiliados", afirmó.
"Uno no debe sobre dramatizar cambios que son de corto plazo, que por razones de transparencia tienen que ser reflejados en la valoración de los fondos en cada momento del tiempo, pero que no abarcan, necesariamente, un cambio permanente en el valor de esos fondos y/o en el capital de sus afiliados", remató.
Desde el anterior Informe de Estabilidad Financiera, los fondos de pensiones han invertido más de US$4.000 millones en bonos soberanos locales y otros US$3.000 millones en bonos de bancos locales, cuyo posicionamiento en renta fija local es el máximo observado desde el 2008, correspondiendo a un 51% del total de la cartera.