SANTIAGO.- Que en pleno asado se apague la parrilla o de repente salga agua fría de la ducha es un chascarro -o un mal rato- que más de alguno que está ahora leyendo esta noticia ha vivido.
Para cambiar este "histórico problema" es que dos emprendedores trajeron a Chile una tecnología que permite monitorear el nivel de gas licuado que tienen los cilindros.
Se trata de un sensor imantado que se adhiera en la base de los balones, que emite una señal para verificar cuánto gas queda en ellos. Como se conecta a bluetooth, la información puede ser revisada a través de una aplicación para smartphones -con sistemas operativos iOS y Android- a una distancia no mayor a 20 metros.
Para las personas que son menos cercanas a la tecnología, el sensor se puede comprar con un monitor que tiene luces LED con los colores del semáforo, para mostrar in situ el nivel de gas.
El dispositivo es una tecnología extranjera "pero fue parametrizado para los estándares chilenos, y se calibra para todo tipo de cilindros (5, 11, 15 y 45 kilos)", explica Sebastián Labbé, uno de los fundadores de Gas Check.
El producto fue lanzado a fines de noviembre y han vendido cerca de 400 unidades, con envíos a todas las regiones del país.
Además, están esperando los resultados de un concurso de apoyo de capital para ofrecer un "servicio más integral": "Queremos crear una plataforma que comunique a los clientes finales con toda la cadena de distribución de gas, para que sus pedidos sean más eficientes y rápidos".
"El gran proyecto va más enfocado en mejorar el nivel de servicio en el mercado de distribución de gas en Chile", apuntó.