DETROIT.- La industria mundial automotriz se congrega desde este lunes en el Salón del Automóvil de Detroit pendiente de los polémicos mensajes que Donald Trump lanza por Twitter.
Mientras se alista para entrar a la Casa Blanca el 20 de enero, el presidente electo convirtió a la red social en su herramienta predilecta para presionar a la industria a que fabrique en Estados Unidos los autos que quiera vender en ese mercado.
El jueves Trump amenazó a Toyota, el mayor fabricante mundial de autos, con ponerle barreras aduaneras si continúa fabricando en México para venderlos en Estados Unidos. Antes habia presionado a Ford y a General Motors.
En lo que fue interpretado como una maniobra preventiva, Fiat Chrysler anunció el domingo que trasladará de México a EE.UU. la fabricación de los camiones Ram y que para eso invertirá US$1.000 millones en plantas de Michigan y Ohio y creará 2.000 empleos.
La celebración del Salón del Automóvil en un estado en el que Trump ganó ajustadamente en las elecciones de noviembre, puede ser una buena tentación para que el presidente electo redoble su presión en defensa del empleo estadounidense.
Scott Houldieson, dirigente regional del sindicato United Automobile Workers en Chicago, dijo a la AFP que los trabajadores del sector del automóvil de México ganan entre US$5 y US$8 por hora. En contraste en Estados Unidos quienes empiezan a trabajar en Ford tienen una remuneración promedio de US$20 por hora.
En los locales de las compañías y en los pasillos de hoteles de Detroit en los que se congregan los ejecutivos, la pregunta de todos es ¿quién será el próximo blanco de Trump?
Vigilar Twitter, prioridad empresarial
El ejecutivo de una compañía que pidió no ser mencionado dijo a la AFP que vigilar la cuenta de Twitter de Trump se ha convertido en la máxima prioridad de los encargados de redes sociales de su firma.
Otros dijeron que están pendientes de un mayor espectro de medios.
"Vigilamos todo el panorama de los medios, incluidas las redes sociales, para todas las noticias", dijo la vocera de Volkswagen, Jeannine Ginnivan, a la AFP.
Respuestas similares fueron recogidas por AFP de un represente de Audi, una marca de Volkswagen que en setiembre comenzó a armar el modelo Q5 en Puebla, México. Modelos de la marca Volkswagen también son producidos en México.
La planta de Audi, la primera de esa marca en América del Norte, tiene un potencial de producción de 150.000 autos por año y emplea unas 4.200 personas.
Fiat Chrysler, que durante la crisis de 2009 fue salvada con fondos de los contribuyentes de Estados Unidos, enfatizó en que quiere seguir en este país.
"Desde junio de 2008 anunciamos inversiones en Estados Unidos por 8.400 millones de dólares y hemos creado unos 25.000 empleos estadounidenses", dijo un portavoz, Jodi Tinson.
Trump criticó sin piedad las políticas comerciales de otros presidentes estadounidenses. Sostuvo que ellas resultaron en la pérdida de millones de empleos en Estados Unidos.
Además, amenaza con renegociar, o directamente romper, el TLCAN, el tratado de libre comercio con Canadá y México que, sostiene, está perjudicando a los trabajadores estadounidenses.
Por ese tratado, si al menos el 65% de las partes de un auto tienen origen en Estados Unidos, entonces pueden venderse libre de aranceles en los tres países del TLCAN.
Los fabricantes de Estados Unidos se aprovecharon de eso para invertir en México. Entre 1999 y 2013 las inversiones extranjeras en México superaron los US$30.000 millones, según organismos especializados de ese país.
En el primer trimestre de 2015, Estados Unidos se convirtió en el primer importador de autos hechos en México, según la asociación mexicana de automotoras AMIA.
Los mayores fabricantes estadounidenses de autos tienen instalaciones en México. Compañías como Mercedes Benz y BMW comenzarán a fabricar allí en 2018 y 2019, respectivamente.