SANTIAGO.- Era invierno de 2002, cuando Benjamín Walton, nieto del fallecido fundador de Walmart, Sam Walton, llegó de visita a Chile, luego de que su primo lo invitara a practicar heliski en Valle Nevado. Ahí es donde conoció a su entonces futura esposa, Lucy Ana Avilés.
El arquitecto de profesión, y uno de los herederos de los US$149 mil millones con los que cuenta la familia más adinerada del mundo según Forbes, está casado hace diez años con la psicóloga y, ahora, filántropa chilena.
Luego de conocer a Avilés, el hijo de Rob Walton - presidente del directorio del retail-, decidió instalarse a vivir en Chile, en donde tomó clases de español y siguió con el diseño de los proyectos que estaba desarrollando en su país, según explicó en una entrevista para la revista Capital.
La pareja se casó en la Viña Santa Rita, donde muchos integrantes de la familia del novio llegaron a Chile en un jet privado. Actualmente viven en Denver, Colorado, junto a sus dos hijas Zoe y Maya.
Walton, quien es descrito por sus cercanos como alguien "sencillo y de bajo perfil", era muy apegado a su abuelo. Contó que de pequeño solía viajar con él y que juntos recorrían las casi dos mil tiendas que tenían hasta 1992 -hoy con cerca de 11 mil en 28 países-.
En el mismo medio, indicó que durante los veranos trabajaba en las tiendas y las bodegas de Walmart, pero su pasión siempre fue la arquitectura. "Todos los miembros de la familia hemos hecho pasantías en la empresa para entenderla bien", comentó. Pero nunca ha querido dedicarse a trabajar en la compañía.
Asimismo, el multimillonario explicó que lo más complicado de ser parte de una de las familias más poderosas del mundo es la dificultad de "convivir con los prejuicios de la gente. Creen que porque eres miembro de una familia como la mía, eres de tal o cual manera. Nosotros somos muy tranquilos y sencillos".
Obras en Chile
Esta pareja de filántropos financió, a través de la fundación Vientos del Sur, el millonario arriendo del "SuperTanker", el avión cisterna más grande del mundo, con el fin de ayudar a combatir los incendios forestales que han consumido más de 150 mil hectáreas en la zona centro-sur del país.
Pero no es primera vez que Walton y su esposa llegan en ayuda de Chile, ya que el matrimonio también colaboró activamente en labores de reconstrucción del país tras el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Para él, la filantropía no es algo ajeno. Al igual que sus hermanos y primos, tiene un rol diligente en la Walton Family Foundation (WTF), la cual concentra la obra de beneficencia de la familia para ayudar a los más necesitados, y en donde, además, participa su padre y colaboró su fallecida abuela, Helen Robson.
Actualmente, la pareja se encuentra apoyando a Project C.U.R.E, una ONG que distribuye medicamentos, equipos y materiales médicos a más de cien países en el mundo. Sin ir más lejos, en 2014 la fundación llevó insumos médicos a 14 postas y cuatro hospitales en la Región de O'Higgins y del Maule.