WASHINGTON.- El gigante alemán del automóvil Volkswagen se declaró este viernes formalmente culpable de fraude y de obstaculizar a la justicia en Estados Unidos en el marco del escándalo de los motores diésel alterados, dijo una fuente judicial.
El primer fabricante mundial de autos se declara así conforme al acuerdo anunciado a principios de enero con el departamento de Justicia (DoJ), que puso fin a las demandas, a cambio, entre otras cosas, del pago de una multa de US$2.800 millones.
Volkswagen aceptó pagar en total US$23.000 millones en Estados Unidos, en particular para indemnizar a unos 600.000 propietarios de autos y reparar los daños causados al medio ambiente por sus motores diésel.
En septiembre de 2015, Volkswagen había reconocido que había equipado 11 millones de sus vehículos en todo el mundo (600.000 de ellos en EE.UU.) con un programa informático que falsificaba el nivel de emisiones de gases contaminantes durante los controles de emisiones.
"Volkswagen lamenta profundamente el comportamiento que llevó a la crisis del diésel. Los acuerdos que hemos firmado con las autoridades estadounidenses reflejan nuestra decisión de hacer frente a los fraudes, que están en oposición a los valores más caros de Volkswagen", indicó el grupo en un comunicado emitido el viernes.
Seis ejecutivos de la empresa, uno de los cuales está detenido en Estados Unidos, se mantienen inculpados en el país en el marco de este caso.