SANTIAGO.- La nota crediticia de Chile fue rebajada un peldaño por la clasificadora de riesgo Standard & Poor´s y, tras el hecho, en el debate se recordó una portada de julio de 2014 en la que el ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas, dijo: "Júzguenme por los resultados".
A pesar de que la entrevista en el diario La Segunda tenía directa relación con la Reforma Tributaria impulsada por el Gobierno y puesta en marcha por Arenas, existe un amplio consenso del mal diseño y posterior ejecución de esta iniciativa.
De hecho, el mismo sucesor del ex ministro y actual jefe de la billetera fiscal, Rodrigo Valdés, dijo esta mañana en una entrevista con Tele13 Radio que "se pueden mejorar las reformas, sobre todo en la reforma tributaria hay espacio para más simplificación" y confesó que, sin dar detalles, le hubiese gustado hacer algunos proyectos “un poco distintos".
Tanto Arenas como Valdés han sido los conductores del manejo económico del actual Gobierno, el cual fue nuevamente criticado por la baja en el rating soberano debido al discreto crecimiento, el aumento de la deuda fiscal y una erosión del perfil macroeconómico del país, según S&P.
Considerando lo anterior, distintos economistas conversaron con Emol sobre las eventuales responsabilidades de los ministros y del mismo Gobierno en su conjunto respecto a la decisión de la clasificadora.
¿Quién es el responsable?
"Es fácil echarle la culpa sólo a Arenas que ya no está, creo que la culpa es de la coalición gobernante completa porque ellos respaldaron lo que decía el ministro (Arenas) y además la misma Presidenta respaldó esta idea de aumentar mucho el gasto y no poner ojo en el crecimiento", señaló José Ramón Valente, socio y director de Econsult.
El economista, además, destacó que centrar toda la crítica contra el ex ministro "es una forma muy sencilla de desblindar responsabilidades por parte de los que son actores actuales del Gobierno".
De hecho se refirió al mismo Valdés: "Él habló de 'vientos primaverales' hace más de un año y aseguró que el crecimiento 2017 iba a ser mejor que el de 2016 (…) su diagnóstico ha sido un diagnóstico equivocado y cuando eso pasa, uno impulsa políticas equivocadas que te llevan a resultados como la baja en la clasificación de riesgo".
Según Eugenio Rivera, economista de la Fundación Chile 21, "estamos viviendo las consecuencias de una política gubernamental que no le dio toda la atención al crecimiento, no porque se impulsaran las reformas, si no porque se priorizó el esfuerzo por recuperar la capacidad productiva".
Para Rivera, "le faltó fuerza el equipo económico, sobre todo al de Valdés, señalar que las reformas no eran un elemento que debilitaba y representaba malas señales para el sector privado, sino que, por el contrario, eran indispensables para poner esfuerzos en combatir la desigualdad y que apuntaban a superar las debilidades estructurales de nuestro crecimiento económico".
"Aunque Valdés trató de enmendar el rumbo y detener el exceso de gasto, creo que no tuvo la voluntad ni el coraje como para enfrentarse a los políticos como lo tenía que hacer"
Manuel Bengolea
En ese sentido, "más allá de los problemas de Arenas, él sí impulsó una reforma tributaria que era muy necesaria y, en cambio, Valdés aplicó esta política de subordinar el esfuerzo por recuperar la capacidad productiva del déficit y la contención de la deuda pública (…) no defendió adecuadamente la importancia de las reformas".
Para Manuel Bengolea, gerente general de Octogone Chile, los resultados de la acción del ex ministro Alberto Arenas "no son sólo la baja en la nota, sino que también el bajo crecimiento, la debilidad del mercado laboral, el endeudamiento del Estado y una lista larga de desprolijidades que se le pueden achacar al ministro".
Es que el economista dijo considerar que "Arenas tenía otro plan, un plan político, entonces supeditó el crecimiento y muchas variables económicas a ese plan y aquí están las consecuencias". Sin embargo, recalcó que "los primeros responsables son los políticos que prometieron promesas difíciles de cumplir".
"Y aunque Valdés trató de enmendar el rumbo y detener el exceso de gasto, creo que no tuvo la voluntad ni el coraje como para enfrentarse a los políticos como lo tenía que hacer", manifestó Bengolea.
Sin embargo, la labor del actual ministro de Hacienda fue fuertemente defendida por el economista Alejandro Alarcón, quien dijo que "ha hecho un gran esfuerzo para contener la hemorragia de gasto fiscal" y que "a esta altura ha tenido casi una tarea heroica de sujetar el verdadero desbarrancamiento que habría sido llevado en la economía chilena –de seguir Arenas-".
Además, subrayó que, sin duda, "el Gobierno es el responsable, se trata de un Gobierno que no ha hecho bien las cosas, eso es claro".