WASHINGTON.- El Banco Mundial puso a Chile como un ejemplo a seguir en cuanto a la política monetaria que tienen que asumir los países en tiempos de crisis.
Así lo indicó en el informe "Entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina", que fue presentado por el economista jefe del organismo para la región, Carlos Végh.
"La mejor manera es tener un banco central independiente, niveles bajos de dolarización, un marco de la política monetaria creíble que inspire confianza de los mercados", resaltó el organismo monetario internacional.
"Este es el caso de Chile, que típicamente ha llevado a cabo una política contracíclica tal como lo hacen los países industrializados" afirmó el BM.
El Banco Mundial estimó que Chile crecerá en un 1,4% en 2017 (misma estimación del FMI), y a un 2,9% en 2018.
En su presentación, Végh advirtió que el principal problema de la región, es una situación fiscal precaria.
"Para crecer en tiempos de crisis, los países tienen que concentrarse en generar fuentes internas de crecimiento, con reformas estructurales en pensiones y mercado de trabajo, pero su capacidad se ve limitada con recursos fiscales escasos", dijo.
El informe revela que 28 de los 32 países de la región mostrarán un saldo fiscal global negativo en 2017. Las tasas de deuda promedio se calcula que se situarán en 58.7% del PIB, con seis países con tasas superiores al 80%.
Finalmente, la reciente serie de desastres naturales en la región sólo aumentará las presiones fiscales existentes debido a las significativas pérdidas.
Es por ello, que en este escenario toma especial importancia la política monetaria.
"Si bien es cierto que los países de la región todavía necesitan hacer ajustes fiscales para adaptarse a la nueva realidad tras la bonanza de los commodities, muchos países tienen razón en hacerlo gradualmente y así evitar una nueva recesión", dijo Végh. "Esto naturalmente tiende a poner más de la carga sobre la política monetaria para ayudar a reactivar la economía", finalizó.