SANTIAGO.- Dos de las siete definiciones que tiene la
Real Academia Española (RAE) para el
concepto de economía son: "administración eficaz y razonable de los bienes" y "ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos".
Sin embargo, a lo largo de los años, algunos economistas e investigadores han impulsado el avance de otros tipos de economías, menos convencionales, y que también ayudan al crecimiento y desarrollo de los países, pero de una manera más sustentable y creativa.
Algunas de ellas son las denominadas "economías de colores", tales como verde, azul y naranja.
De hecho, el
candidato presidencial Alejandro Guillier, destacó ayer ésta última y la comparó con lo que pasa en otros países, especialmente europeos: "La economía es para que la gente sea feliz. Si la gente no vive mejor, el crecimiento no tiene mucho sentido. Tiene sentido si hay seguridad, mejor calidad de empleos", dijo.
Economía naranja
iTunes; las industrias cinematográficas como Hollywood (Estados Unidos), Bollywood (India) y Nollywood (Nigeria); Broadway; Cirque du Soleil; Netflix; el Carnaval de Río de Janeiro; y YouTube son algunos de los ejemplos más representativos de este tipo de economía.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es el "motor de desarrollo basado en el talento de la gente y en la riqueza del patrimonio cultural de la humanidad. Creemos que en ella hay una oportunidad infinita para crear empleos dignos y el desarrollo sostenible y necesarios para 107 millones de jóvenes de Latinoamérica y El Caribe".
Fue definida por el británico John Howkins y comprende los sectores en los que el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual: arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música, publicidad, software, TV y radio, y videojuegos.
144millones de personas emplearía esta economía, casi la misma cantidad que las de EE.UU.
Representa el 6,1% de la economía mundial. Si correspondiera a un país,
sería el cuarto más grande, a continuación de EE.UU., China y Japón, reportando US$4,3 billones. Es un 120% más grande que Alemania, el que actualmente ocupa ese lugar.
La economía naranja también es equivalente a 2,5 veces el gasto militar mundial y sería la novena potencial comercial del planeta exportando bienes y servicios por más de US$646.000 millones.
El Ministerio de Cultura reveló que el gasto del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile en 2013 para esta economía llegó al 2,2%.
Economía verde
Es una de las primeras en aparecer, a raíz de la crisis ambiental y la necesidad de conservar los ecosistemas y la naturaleza con el objetivo de que el planeta sea sustentable.
Farming First, un gremio global que promueve programas de desarrollo agrícola, explica en un video que "los agricultores son claves para la economía verde. Ellos cultivan cosechas para alimentar, vestir y producir otros recursos renovables. En todo el mundo, la agricultura representa el 37% de los empleos, el 34% del uso de la tierra, el 70% del uso de agua, y hasta el 30% de los gases de efecto invernadero".
Además, señala que el "97% de los trabajadores rurales viven en países en vías de desarrollo, donde las mujeres del campo producen la mayoría de los alimentos".
Es por lo menos dos veces más efectivo en reducir la pobreza que en otros sectores y tiene uno de los más altos potenciales para reducir las emisiones de carbono.
Gdosb, una organización de análisis de la información pública de Colombia, destaca que la economía verde, "pese a sus nobles intenciones, ha caído en intereses particulares 'non sanctos' y sus estrategias y medidas en muchos de los casos resulta costosa social y económicamente hablando".
Hace referencia al consumo y al sistema capitalista, el cual está basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado.
Economía roja
Economía azul
Nace, en cierta medida, por lo costosa que suele ser la economía verde. Bajo la premisa de que las cosas que perjudican la salud de las personas y dañan el medio ambiente son baratas y aquellas saludables y sustentables son caras, es que el creador de la fundación ZERI (Zero Emissions Research and Initiatives), el belga Gunter Pauli, acuñó este término.
En su libro "The Blue Economy: 10 years, 100 innovations, 100 million jobs" describe que es un modelo de negocios que cambiará a la sociedad de la escasez a la abundancia y de la pobreza al desarrollo "con lo que está disponible localmente".
Convencido de que el modelo económico más eficiente es la naturaleza y que lo indispensable para la vida está disponible a nuestro alcance, gran parte de esta economía se basa en un aprovechamiento mayor de los residuos y no en su acumulación para luego convertirse en materia prima. Así, se generan más empleos, más ingresos y capital social sin que el medio ambiente se dañe o contamine más.
Uno de los proyectos que tiene la organización es cómo reutilizar el residuo del café. Para preparar una taza de café se usa el 0,2% y el 99,8% restante se bota. Ellos lo usan para cultivar hongos, con esas sobras alimentan animales, éstos hacen estiércol y las bacterias hacen biogás de eso.
