MADRID.- Con el inicio de las operaciones del servicio la línea Mejillones-Cardones -por el el grupo español Red Eléctrica Internacional y la francesa Engie-, de 500 kilovoltios de tensión y 600 kilómetros de longitud, que conectó por primera vez en la historia el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y el Sistema Interconectado Central (SIC) de Chile.
De esta forma, se puso en marcha el nuevo sistema eléctrico nacional, que se extiende se extiende por 3.100 km desde Arica a Chiloé, abasteciendo de electricidad a más del 97% de la población nacional.
Esta red tendrá una capacidad instalada aproximada de 24.000 MW y una demanda de 11.000 MW, representando el 99% de la capacidad instalada de generación del país.
"Es, sin duda alguna, la obra de transmisión eléctrica más grande en la historia de Chile y la más compleja técnicamente
Presidenta Michelle Bachelet
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"Nuestro país ha terminado con la absurda situación de tener un sistema eléctrico en el Norte Grande, y otro sistema distinto entre Taltal y Chiloé. Lo que estamos haciendo hoy es borrar esa frontera que interrumpía abruptamente la transmisión eléctrica, que aumentaba los precios y la ineficiencia", sostuvo la Presidenta Michelle Bachelet.
US$ 1.600 millones sumaría al PIB de largo plazo esta nueva red eléctrica
Las obras comenzaron su construcción en agosto 2015, con una inversión sobre US$700 millones. Hasta la fecha, en Chile había dos grandes sistemas interconectados: el SING (Arica a Antofagasta) y el SIC (Taltal hasta la isla grande Chiloé). A estos se suman el Sistema Eléctrico de Aysén y el Sistema Eléctrico de Magallanes. La interconexión fue impulsada por años, para aportar seguridad al sistema y disminuir los precios de la tarifa eléctrica.
"Es, sin duda alguna, la obra de transmisión eléctrica más grande en la historia de Chile y la más compleja técnicamente. Es un hecho que la interconexión es una inyección para nuestro crecimiento: aumentará el PIB, de corto y de largo plazo. Las estimaciones hablan de una expansión de 500 millones de dólares en el primer caso y de 1.600 millones de dólares en el segundo caso", afirmó la Mandataria.
Desde el Gobierno destacaron que el nuevo sistema posibilitará "un mercado eléctrico más eficiente, con seguridad de suministro, más sustentable y, sobre todo, con menores costos".
El estudio de impacto estimó un aumento del PIB de largo plazo en alrededor de US$ 1.600 millones. En el corto plazo, el efecto sobre el PIB llega a US$500 millones. Esta cifra corresponde a una disminución de los costos del sistema eléctrico y una proyección de reducción de precios asociados a una mayor competencia y disminución de riesgos en el mercado.