Bernardo Larraín Matte, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
El Mercurio
SANTIAGO.- Una doble mirada fue la que le dio Bernardo Larraín Matte, presidente de la Sofofa, al diagnóstico entregado por la OCDE este martes a Chile, el cual advierte una extrema vulnerabilidad ante shocks externos producto de la baja diversidad económica del país.
Así, el líder empresarial valoró la serie de indicaciones, resultados y sugerencias que realizó el foro internacional, pero también aprovechó de hacer un mea culpa respecto a la inversión en innovación y tecnología por parte del mundo privado.
"Siempre miro las cosas con un vaso medio lleno y uno medio vacío", señaló Larraín. "El lleno es que Chile tiene empresas que son competitivas en muchas industrias. Industrias que siguen siendo vigentes, por lo tanto hay que seguir invirtiendo en ellas".
"Me refiero a la industria forestal, al litio, al cobre, que además son productos cuya demanda seguirá creciendo por fenómenos como la electromovilidad, el almacenaje de energía, la urbanización. Seguimos con el desafío de seguir creciendo en todas esas industrias", dijo el presidente de la Sofofa justo después de un seminario realizado por la entidad respecto a los Venture Capitals.
Sin embargo, desde otra perspectiva, el líder gremial recalcó que "por supuesto que también empatizo con la crítica de que Chile tiene un bajo nivel de investigación y desarrollo (...) tenemos que profundizar la diversificación de nuestra economía y tenemos que entregar más valor a nuestras exportaciones. Son desafíos complejos que hay que enfrentar".
En ese sentido, la organización internacional señaló en su revisión que desde el sector privado chileno se invierte poco en innovación y desarrollo. Así, mientras los empresarios nacionales aportan un 33% al I+D, el promedio de los países OCDE alcanza un 68%, indicó el informe.
Respecto a la inversión dicha área productiva, Larraín señaló: "la dimensión en que estamos al debe, y lo reconozco, es el I+D focalizado en ciencias y nuevas tecnologías".
De esa forma, "el desafío de las empresas es seguir creciendo y mirar el perímetro de sus industrias e irse fuera de él (...) por eso es tan relevante que las corporaciones se conecten con el mundo de los start ups, de los emprendimientos, de la innovación. Porque de ahí pueden surgir elementos que desafíen a la industria convencional", dijo el empresario.
Para poder lograr mayor inversión en innovación y así poder diversificar más la economía chilena, Larraín señaló que cree en "un Estado que articula a los actores para enfrentar en conjunto el desafío planteado por la OCDE, que es un nuevo pacto entre el sector privado, el sector público, la academia, la ciencia y la sociedad en general".
