"En vista de las preocupaciones expresadas por nuestro economista Jefe Paul Romer en los medios y nuestro compromiso con la integridad y la transparencia,
llevaremos a cabo una revisión externa de los indicadores correspondientes a Chile en el informe 'Doing Business'", sostienen desde la institución.
A pesar de este anuncio, en el documento el Banco Mundial defiende la imparcialidad de esta medición en sus 15 años de existencia y la califica como una "herramienta invaluable para los países que buscan mejorar su clima de negocios, dando seguimiento a miles de reformas".
"Desde que desarrollamos este informe crucial, 'Doing Business' ha sido sometido a una serie de revisiones, tanto internas como externas, y siempre buscamos nuevas formas de refinar y fortalecer su metodología", añade el texto.
Además, la institución asegura que en la investigación se trata a todos los países por igual: "Los indicadores y la metodología de 'Doing Business' están diseñados sin tener a ningún país específico en mente, sino para que el clima de negocios en general pueda mejorar".
El texto señala que "cualquier cambio en la metodología de 'Doing Business' se realiza a través de un riguroso proceso de consulta, donde nuestra junta directiva, los países en lo individual, profesionales, académicos y el personal de todo el Grupo Banco Mundial pueden aportar comentarios".
"Los indicadores se basan en datos duros, como las tasas impositivas reales y la legislación aprobada, y están sujetos a validación interna y externa.
Los datos objetivos no están sujetos a influencias política", afirman desde el Banco Mundial.
Por su parte, el Gobierno anunció que se solicitará una completa investigación de lo ocurrido. Además, la Presidenta Bachelet sostuvo que "más allá del impacto negativo en la ubicación de Chile, la alteración daña la credibilidad de una institución que debe contar con la confianza de la comunidad internacional".