SANTIAGO.- Impuestos más altos y una lucha infatigable contra la desigualdad están devolviendo la grandeza a Suecia.
Es lo que opina su ministra de Finanzas, Magdalena Andersson, que tiene a su cargo una de las economías con mayor crecimiento en Europa.
Andersson propone un modelo que difiere considerablemente de la reducción de impuestos y el programa de desregulación adoptados por el Presidente estadounidense Donald Trump, y con él está produciendo un crecimiento económico superior al 3%, empleo récord y arcas estatales en aumento.
Asimismo, Suecia también ha recibido más refugiados que los demás países de Europa como porcentaje de la población.
"Se discute si es posible tener este tipo de modelo con impuestos elevados/alto bienestar también en una economía globalizada", señaló en una entrevista en Estocolmo el miércoles.
"Hasta el momento, lo que vemos es que tenemos un mayor crecimiento, un empleo más alto y finanzas públicas sólidas también en un mundo más globalizado", agregó.
De cara a una elección que se presenta reñida en septiembre, Andersson promete ahora un gasto aún mayor en prestaciones sociales, así como también una postura más dura frente al delito.
El gobierno encabezado por los social demócratas del Primer Ministro Stefan Lofven analiza, al mismo tiempo, bajar las tasas del impuesto sobre las sociedades. La idea es que se financie totalmente con impuestos más altos en otras áreas de la economía.
La economía de Suecia avanzó considerablemente a fines de 2017, creciendo 3,3% gracias a una recuperación en las exportaciones. El Fondo Monetario International predijo en enero que el crecimiento económico global en 2018 alcanzará el nivel más alto en siete años, ayudado, en parte, por las reducciones fiscales estadounidenses.
Pero el programa de Trump de aranceles comerciales y reducciones de impuestos es causa de una "verdadera preocupación", dijo Andersson una semana antes de que Lofven viaje a Washington para reunirse con el presidente estadounidense. "El mundo tiene todo para ganar con el comercio internacional y más globalización".
El gobierno de Andersson ha enfadado a los grupos empresariales con propuestas de impuestos más altos, que en muchos casos el gobierno minoritario no ha logrado hacer avanzar en el parlamento.
Estabilidad fiscal
Mientras tanto, Suecia disfruta de una rápida caída rápida de los niveles de deuda pública gracias a ingresos fiscales más altos que generan superávits. Andersson analiza ahora si rebaja la meta de superávit fiscal de un tercio de porcentaje del PIB si la deuda cae por debajo de un nivel de anclaje. Crear un fondo de patrimonio soberano también es algo que "se debatirá si continuamos teniendo una política fiscal prudente", indicó. Pero las arcas en alza no la tentarán a aumentar el gasto.
"Es decir, los socialdemócratas suecos, siempre hemos tenido una política fiscal ajustada", afirmó.
"Es parte de la forma en que manejamos nuestras finanzas públicas. Y por supuesto, en un año electoral y teniendo grandes superávits, también manejamos siempre una política fiscal prudente".
