SANTIAGO.- "Un total de gasto comprometido sin financiamiento de US$5.567" fue lo que esta mañana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció que la administración anterior dejó al actual Gobierno. Así, según el secretario de Estado, se trata de "gasto que no está contabilizado como tal, pero que son compromisos que tiene el Estado y a los cuales les tenemos que hacer frente".
De esta forma, el titular de Hacienda y el director de Presupuestos del ministerio, Rodrigo Cerda, detallaron que se trata de US$1.571 millones en 2018; US$1.561 millones en 2019; US$1.228 millones en 2020; y US$1.207 el 2021. Sumando un total de US$5.567 millones "comprometidos y no financiados".
Pero, ¿Qué explica la presión de gasto por US$1.571 millones en 2018?
"Principalmente el déficit hospitalario del sector salud, que asciende a casi US$1.000 millones", dijo Larraín en primer lugar. Luego continuó: "Los subsidios de incapacidad laboral, relacionados a mayores licencias médicas del Sector Público Fonasa (US$185 millones); obligaciones no pagadas por municipalidades en relación al traspaso de colegios al Servicio Local de Educación (US$35 millones); y el proyecto de Ley CAE".
Según el detalle de la Dipres, a eso se le suman gastos adicionales en contingencia contra el desempleo por US$24 millones; aumentos de cobertura en bonos, pensiones y pilar solidario por US$45 millones; US$25 millones para déficit operacional de Integra; y US$350 millones en el Ministerio del Trabajo, acumulados de bonos, pensiones, pilar solidario, desempleo y proyectos del sector.
También figuran gastos que no se habían considerado, como la realización del foro APEC en 2019, y otros que ascienden a más de US$46 millones. Por otro lado, destacan también US$370 millones en el Minvu, por inversión de arrastre y por recursos no otorgados en el presupuesto 2018.
Sin embargo, recalcó que "estos son ejemplos, no es el total", pero reafirmó que, en concreto, son desembolsos que "no están considerados en la Ley de Presupuestos 2018 y no están considerados en el Programa Financiero 2019-2021".
Pero, más aún, el ministro señaló que "tampoco están considerados en las cifras que recibió la nueva administración en marzo pasado".
Respecto a las cifras de 2018, que apuntan a un alto costo del sector salud, Cerda contó que "una de las primeras cosas que nos dimos cuenta es que el presupuesto del Ministerio de Salud aumentó bastante durante 2017 y la razón fue que se reconoció el gasto en salud que no había estado siendo considerado".
De hecho, apuntó que "ya supimos que en el Ministerio de Salud están esperando, para este año, un déficit cerca del $700.000 millones". Por eso, desde Hacienda y la Dipres "la primera cosa que estamos viendo es centrarnos en Salud y ver los presupuestos pasados, porque todos representan un sobre gasto (…) prácticamente todos los meses se está teniendo un presupuesto para los hospitales que se está ‘más que pasando’ en términos de gasto".
Y aunque Cerda no quiso revelar las principales razones que estarían llevando a este endeudamiento del sector salud, reveló que "hay varios temas de gestión hospitalaria que es importante tomar en consideración".
Los US$1.571 millones sin financiamiento de 2018
Durante el anuncio "para transparentar la situación", el ministro proyectó en una presentación Power Point una serie de equivalencias para poder dimensionar estas nuevas cifras.
Así, señaló que los US$1.571 millones comprometidos este año y no considerados en el Presupuesto, equivalen a "casi la totalidad del Presupuesto del Ministerio de Transportes; la mitad del presupuesto del Ministerio de Vivienda; el doble del Ministerio de Agricultura; dos tercios del Ministerio de Economía; y al 40% del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas".
Luego, siguió y afirmó que con US$1.571 millones se podrían construir: 45 mil viviendas sociales; 5 hospitales nuevos de alta complejidad; más de 200 Cesfam; 722 escuelas; o más de 1.000 salas cuna.
Consultado por qué le diría al ex ministro de Hacienda respecto a la -aparente- falta de transparencia que habría habido en el paso de la administración, Larraín indicó: "Yo no mando ningún mensaje (…) creo que son los chilenos los que tienen que considerar esto y sacar sus propias conclusiones".