BUENOS AIRES.- El
Presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Casa Rosada a directivos de la bodega
Trivento, filial de Concha y Toro en Argentina y una de las principales exportadoras del sector vitivinícola de ese país, con operaciones en la provincia de Mendoza.
En la cita -que se desarrolló en medio de la agitada semana del Gobierno con la solicitud de ayuda financiera al FMI- los altos directivos le presentaron al Mandatario su
plan de inversiones de US$11 millones para los próximos dos años en el país trasandino.
Según consigna la web de la Presidencia, participaron de la audiencia Alfonso Larraín Santa María, presidente del holding chileno -ligado a la familia Guilisasti-; el gerente general de la bodega Trivento, Santiago Ribisich; y el director de marketing de la firma, Felipe Russel.
También asistieron al encuentro los ministros de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y de Producción, Francisco Cabrera, y el subsecretario de Asuntos Institucionales, Matías García Oliver.
Etchevehere remarcó la importancia de nuevas inversiones en el sector bodeguero, las que "reflejan la confianza en la Argentina, de largo plazo, y de generación de nuevos empleos", consignó el diario Los Andes.
"El sector vitivinícola tiene una fuerte identificación con nuestra cultura, y viene dando fuerte señales de crecimiento y competitividad", aseguró el ministro de Agroindustria.
El proyecto, que incluye la plantación de 236 hectáreas de viñedos propios de alta gama, permitirá abastecer el crecimiento estimado en el segmento premium de exportaciones en Estados Unidos, Reino Unido y Asia y las ventas en el mercado interno.