BUENOS AIRES.- La titular del FMI, Christine Lagarde, transmitió al directorio del organismo la solicitud de Argentina de lograr un acuerdo "stand-by" de acceso excepcional, que fue pedido en medio de las turbulencias financieras que han sacudido al país en las últimas semanas, informó el viernes la funcionaria en un comunicado.
El FMI define como programas de acceso excepcional aquellos que implican financiamiento anual por encima del 145% de la cuota del país solicitante o un acumulado total mayor al 435% de su cuota.
En función de la cuota que tiene Argentina en el organismo (de 3.187,3 SDRs, o derechos especiales de giro), el acceso excepcional implicaría un préstamo total por un mínimo de US$19.700,7 millones o un financiamiento de al menos US$6.566,9 millones al año.
Un portavoz del Gobierno argentino prefirió no revelar ninguna cifra al considerar que aún está "en plenas negociaciones".
Tras concluir la reunión del directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, Lagarde señaló que el ente respalda el programa económico del Presidente de Argentina, que enfrenta una "volatilidad financiera significativa" debido a las "vulnerabilidades" que dejó el ritmo lento en que se ha ajustado la economía.
"Es en este contexto que las autoridades argentinas solicitaron nuestro respaldo para contribuir a contrarrestar esta volatilidad en los mercados y proteger el crecimiento", dijo Lagarde.
Los mercados argentinos han registrado turbulencias en las últimas semanas que implicaron un derrumbe de su moneda y derivaron en fuertes alzas de tasas por parte del banco central, además de llevar al Gobierno a endurecer su meta de ajuste fiscal.
En medio de las sacudidas, el presidente liberal Mauricio Macri anunció su decisión de iniciar negociaciones para obtener financiamiento del FMI, una institución muy resistida en Argentina ya que muchos la responsabilizan por las políticas que llevaron al colapso económico del país en 2002.
Esta semana, Macri dio una conferencia de prensa donde trató de disipar temores de que el FMI impondrá políticas de ajuste económico más duras sobre Argentina, pero afirmó que el país debe acelerar el ritmo de reducción de su déficit fiscal.
Con el comunicado, Lagarde "dice que está haciendo todo lo posible para minimizar el riesgo político de Macri y para permitirle continuar con una estrategia gradualista pero algo acelerada" en sus reformas de libre mercado, dijo Alberto Bernal, jefe de estrategia en mercados en XP Investments.
Desde que asumió el poder en 2015, tras más de una década de gobiernos de centroizquierda, Macri ha impulsado reformas liberales en la tercera economía de América Latina de manera gradual para moderar su impacto social, pero los inversores piden cambios más profundos para hacer al país atractivo para los negocios.
El ministro de Finanzas de Argentina, Luis Caputo, ha dicho que aspira a que el crédito del FMI garantice financiamiento suficiente para que el país no necesite emitir deuda en mercados internacionales hasta el final del mandato de Macri en diciembre del 2019.
El peso argentino se ha desplomado un 15,92% en mayo y un 23,66% en el transcurso de 2018.