SANTIAGO.- La meta que se impuso el Gobierno para bajar el déficit estructural 0,2 puntos por año hasta 1% hacia 2022, fue bien valorada por diversos economistas.
"Es importante reconocer la prudencia y responsabilidad con la que pretende actuar la autoridad fiscal", destacó Francisco Aravena, académico de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián.
En esa línea, el académico de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, aseguró que se trata de una "excelente noticia, porque establece un plan de ajuste del balance estructural, le pone coto al crecimiento del gasto fiscal, y envía una señal potente a los inversionistas y financistas del resto del mundo"
El economista de la U. San Sebastián analizó que "durante los últimos años observamos cómo Chile prácticamente no creció y el gasto siguió aumentando, obligando a buscar nuevas fuentes de financiamiento", por lo que, a su juicio, "el nuevo planteamiento de Gobierno entrega una mirada de largo plazo pensando en ahorrar en estos periodos donde las condiciones parecen ser más favorables".
Respecto si pudo haber hecho un esfuerzo mayor la actual administración, Alarcón considera que "está bien calibrado y es lo que necesita el país para restaurar la disciplina fiscal".
Ayer, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, explicó que la meta fiscal consiste en una reducción anual de 0,2 puntos del PIB del déficit estructural, actualmente ubicado en 2%. Es decir, hacia el año 2022 -cuyo presupuesto será establecido por esta administración-, el déficit fiscal estructural se ubicará en 1% del PIB.
"La política fiscal debe estar enfocada en un manejo responsable de la deuda pública, y de las inversiones de los activos financieros públicos, que permita recuperar los niveles de riesgo país, y el bajo costo crediticio, velando por una carga tributaria adecuada, y por el uso eficiente y transparente de los recursos públicos", dijo el secretario de Estado.
Fuente: Ministerio de Hacienda/Dirección de Presupuestos