José Ramón Valente, ministro de Economía.
El Mercurio
SANTIAGO.- El Presidente Sebastián Piñera fue claro en la cuenta pública: una rebaja a los impuestos que actualmente pagan las empresas no es posible debido a "las dificultades fiscales heredadas". Así, a dos semanas de la noticia que "decepcionó" al gremio empresarial, el ministro de Economía, explicó que todo responde a la "responsabilidad" que está teniendo el Ejecutivo en esta materia.
"Impuestos a las empresas más bajos, son impuestos que permiten mayor crecimiento y mayor inversión (...) Pero también tenemos que ser responsables respecto de la situación financiera de las arcas públicas del gobierno", dijo José Ramón Valente tras su discurso en Enamype 2018.
"Siendo responsable con las finanzas públicas es que se ha decidido no hacer esa rebaja de impuestos -corporativos- por el momento, hasta que esto muestre una realidad distinta"
José Ramón Valente, ministro de Economía
Lo anterior, en respuesta al presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, quien insistió en la instancia que se debe debatir un recorte en la tasa corporativa para que los impuestos a las empresas sean más competitivos con el resto del mundo.
Ante ello, el titular de la cartera económica confesó que, en línea con la responsabilidad fiscal, "hay decisiones que tomar y, a veces, las decisiones son difíciles". "En el programa de gobierno efectivamente estaba el reducir la tasa de impuestos corporativos del 27% al 25%, pero ustedes bien saben que la realidad con la que se encontró este gobierno de las finanzas públicas, era peor de la que se había reportado antes".
En ese sentido, explicó que "si el país crece rápido y si logramos contener el crecimiento del gasto, dando prioridad al gasto social y a lo que realmente es relevante para los chilenos y disminuyendo burocracia y gastos superfluos, bueno, no es descartable que en un futuro pueda efectivamente reducirse esa tasa de impuestos".
Por su parte, Larraín Matte recalcó que efectivamente el gobierno tiene muchos objetivos por equilibrar, pero que "lo que no sería positivo es que si estamos hoy reabriendo la discusión tributaria, la tengamos que reabrir de nuevo en uno o dos años más porque nos dimos cuenta de que la tributación de las empresas estaba totalmente desalineada con el resto del mundo".